"No se sale bien de una pandemia: siempre se sale con diversos grados de daño, y se trata de salir lo menos mal posible", destacó el presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)
Santiago Levin, presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) e integrante del equipo de asesores de la Presidencia de la Nación, informó que esa institución plantea cuatro sugerencias para manejar la comunicación en tiempos de pandemia, entre los que está el reconocimiento a «la enorme mayoría de la población que comprende y cumple».
En primer lugar, APSA plantea etapas bien diferenciadas para mejor comprensión de la ciudadanía: la cuarentena estricta quedó atrás y seguirá como opción en caso de que la epidemia se descontrole.
«Ahora estamos en una etapa diferente, en la que se comienza a vislumbrar una vacuna en el horizonte y varias actividades se van autorizando semana a semana», expresó Levin.
Segundo, proponer una seria discusión social acerca de las realidades y las alternativas en pandemia: «hasta que llegue la vacuna, y en ausencia de un tratamiento médico específico, el aislamiento sanitario (en todas sus variantes) es la estrategia principal», dijo.
En tercer lugar, señaló la necesidad de discutir el rol de los grandes medios de comunicación en el modelado de lo que se conoce como «opinión pública».
«¿Cuál es el rol de los títulos catástrofe, de la metáfora bélica, de la permanente difusión de casos de incumplimiento de las medidas sanitarias, de la promoción de la ingesta de sustancias tóxicas cuya eficacia para combatir la enfermedad es nula, etc.», se preguntó.
Por último, los psiquiatras alientan a reconocer y valorar el «poquísimo mencionado hecho de que la enorme mayoría de la población comprende y cumple, con mucho trabajo y sacrificio, las medidas sanitarias».
«Caso contrario, no tendríamos los resultados relativamente favorables que venimos teniendo como país, concluyó Levin».
«En nuestra opinión – acotó el presidente de APSA-, sería también de enorme relevancia que esta crisis sanitaria habilitara un serio replanteo de todo el sistema nacional de salud, replanteo que lo acerque al ideal de la Salud Pública: lo que existe para algunos, se pretende para todos. No alcanza con salir lo mejor posible de la crisis ocasionada por la pandemia; es el momento de aspirar a más, de vislumbrar la posibilidad de construir un sistema de salud universal, justo, solidario, inclusivo y de alta calidad para toda la población, sin excepciones».
La pandemia, añadió, «es una crisis inesperada -añadió- que interrumpió el funcionamiento de todo el planeta. Proyectos colectivos, personales, sueños, trabajos, viajes, emprendimientos. Todo quedó truncado por este fuerte revés global».
Levin subrayó que «una pandemia es una mala noticia. Una mala noticia global. No se sale bien de una pandemia: siempre se sale con diversos grados de daño, y se trata de salir lo menos mal posible».
«Por todo esto, no se puede esperar felicidad y alegría por parte de la población confinada, sometida al bombardeo informativo, procesando el duelo por todo lo perdido, intentando adaptarse lo mejor posible con las herramientas a mano. Podemos decir, entonces, que reaccionar con tristeza, con ansiedad, con bronca y hasta con angustia momentánea puede ser considerado como pertinente, adecuado a la situación», advirtió el médico psiquiatra.