Desde el inicio de la década, Brasil se ha visto sacudido por una serie de catástrofes en su mayoría muy mortíferas y derivadas de las negligencias. En 15 días, el vecino país vivió tres catástrofes que provocaron centenares de muertos -la rotura de un dique minero, deslizamientos de terrenos y el incendio de un centro de jóvenes futbolistas-, frutos en gran medida de graves negligencias y de décadas de impunidad, señalan analistas.
La Fiscal General de la República, Raquel Dodge, lamentó el viernes esta «sucesión de catástrofes evitables». «Se necesita que los organismos de control, inspección y sanción funcionen bien en Brasil», declaró. Para el analista de riesgos Moacyr Duarte, estos dramas se debieron a «negligencias, a la falta de planificación y sobre todo a la impunidad de los responsables».
«Mientras los verdaderos responsables no sean castigados de manera ejemplar, estas tragedias seguirán repitiéndose», dijo a la AFP.
Para Marcelo Ramos Martins, coordinador del laboratorio de análisis de riesgos de la Universidad de Sao Paulo (Labrisco), Brasil dispone de «todas las competencias técnicas necesarias» para prevenir este tipo de desastres.
Pero la repetición de tragedias «demuestra que las medidas de prevención no se aplican», concluyó. También la insuficiencia de los fondos de las diversas agencias estatales de control explica esta situación.
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A continuación, las tragedias más destacadas:
– 7 de abril 2010: Un deslizamiento de tierra en la favela de Morro do Bumba en Niteroi, en el área metropolitana de Rio de Janeiro, deja 48 muertos. Las precarias viviendas habían sido construidas de forma anárquica y sin control en el terreno de un antiguo vertedero.
– 12 enero de 2011: Las inundaciones y deslizamientos de tierra causados por unas lluvias torrenciales de verano arrasan la región montañosa cercana a Rio de Janeiro: más de 1.000 personas mueren o desaparecen, la mayoría vecinos de zonas de riesgo.
– 27 de enero de 2013: Un incendio en una discoteca deja 242 fallecidos en Santa María (sur). El fuego se desató después de que el cantante de un grupo musical encendiera una bengala en el local, repleto, que no contaba con una salida de emergencia.
– 5 de noviembre de 2015: La ruptura de un dique minero en Mariana, en Minas Gerais (sudeste), deja 19 muertos y provoca la peor catástrofe ambiental de la historia de Brasil. Un tsunami de lodo y residuos mineros se expande por 650 kilómetros contaminando el Rio Doce, uno de los principales del país. La represa estaba operada por Samarco, una joint venture del gigante minero brasileño Vale y la angloaustraliana BHP Billinton.
– 21 de diciembre de 2015: Un incendio destruye el Museo de la Lengua Portuguesa en Sao Paulo, situado en la antigua estación ferroviaria da Luz, un edificio histórico del siglo XIX situado en el corazón de la mayor ciudad de Sudamérica.
– 2 de septiembre de 2018: Otro espectacular incendio consume el Museo Nacional de Rio de Janeiro. No hay que lamentar víctimas humanas, pero una gran parte de las colecciones del mayor museo de historia natural de América Latina se destruye calcinada.
– 10 de noviembre de 2018: Un nuevo deslizamiento de tierra en Niteroi deja 15 muertos, en una tragedia con circunstancias similares a las del Morro do Bumba en 2010.
– 25 de enero de 2019: Otro dique minero de Vale revienta desatando una marea de lodo que deja al menos 165 muertos y 160 desaparecidos en Brumadinho, localidad de Minas Gerais situada a 120 kilómetros de Mariana. La mayoría de las víctimas se encontraban en los edificios administrativos a los pies del dique, sobre todo en la cantina, ya que la catástrofe ocurrió a la hora del almuerzo. Las consecuencias del desastre para el medio ambiente son aún inciertas, pero la contaminación puede alcanzar el río San Francisco, el segundo más largo de Brasil.
– 6 de febrero de 2019: Cae una fuerte tormenta en Rio de Janeiro que, asociada a los vientos violentos, provoca numerosos deslizamientos de tierra en la ciudad, causando siete muertos. El año anterior, en la misma época, otras lluvias torrenciales ya habían originado la muerte de cuatro personas.
– 8 de febrero de 2019: Un incendio destruye los dormitorios para jóvenes jugadores en el centro de entrenamiento del Flamengo, el club más popular de Brasil, acabando con la vida de diez promesas del fútbol de entre 14 y 17 años, que dormían en unas instalaciones sin certificado de aprobación de los bomberos.