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Denuncian que Turquía envía rebeldes sirios a pelear a Libia


Fue el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos el que hizo la acusación

Fue el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos el que hizo la acusación

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos denunció que Turquía envió a unos 300 milicianos opositores sirios a Libia para pelear junto al ejército del gobierno internacionalmente reconocido contra el avance del general Jalifa Hafter, apoyado por Rusia y Francia, entre otros, sobre la ciudad de Trípoli.

Turquía invadió el norte de Siria hace meses y con el apoyo de Estados Unidos y Rusia estableció una zona de control sobre el territorio lindante con su territorio para detener el avance de las milicias sirio-kurdas que habían ganado terreno al expulsar al Estado Islámico, con la ayuda de Washington. Al invadir, Turquía argumentó que se trataba de una ofensiva militar conjunta con el ejército rebelde sirio, lo que confirmó un rumor a voces: Ankara entrena y coordina con parte de la oposición siria armada en su territorio.

El observatorio es una organización cercana a la oposición siria, con sede en Londres, que desde hace años se convirtió en una de las fuentes más confiables de la guerra en Siria, principalmente en cuanto a los combates y las víctimas diarias.

Según reprodujo la agencia de noticias ANSA y otros medios internacionales, fuentes de la oposición armada siria informaron al observatorio que Turquía está entrando a otros 900 o 1000 milicianos rebeldes sirios en su propio territorio para enviarlos a pelear contra Hafter en Libia. El observatorio aseguró que Turquía envía a los milicianos sirios a pelear en Siria por períodos de tres a seis meses y les paga entre 2.000 y 2.500 dólares.

Hace unos días, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, informó que el gobierno libio le había pedido enviar tropas para ayudar a las autoridades de Trípoli a defender la ciudad de una ofensiva de fuerzas rivales apoyadas por países europeos, árabes y Rusia. En los próximos días se espera que el Parlamento turco vote si autoriza el despliegue en el país árabe del norte de África.

Libia se encuentra sumida en el caos desde que la OTAN apoyó, con una campaña de bombardeos, una revuelta de islamistas radicales que terminó derrocando y asesinando al líder Muammar Kaddafi en 2011. El gobierno de Libia que reconoce la ONU y apoyan milicias islamistas, enfrenta desde abril una ofensiva del gobierno paralelo que le disputa el poder desde el este de Libia. Este gobierno paralelo se sostiene sobre las milicias lideradas por el mariscal Jalifa Hafter, quien intenta hace meses tomar por la fuerza la occidental y costera Trípoli.

Turquía es, junto con Qatar e Italia, uno de los pocos países que respaldan activamente el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), de Trípoli, reconocido por Naciones Unidas y enfrentado al del Este y a Hafter, que controla grandes partes de Libia. Haftar recibe apoyo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Rusia, y Naciones Unidas considera que tanto el general como el gobierno de Trípoli reciben armas que violan el embargo vigente.