En Colombia, la fiscalía local encontró evidencias sobre el «grave daño» ambiental que está generando una megarepresa en construcción sobre el río Cauca, el segundo más importante de Colombia. En consecuencia se realizó la denuncia correspondiente.
El organismo público pidió a la Justicia «medidas urgentes de protección» frente al impacto del proyecto Hidroituango – que estuvo en riesgo de colapso hace un año – en sus zonas de influencia. Estas acciones están encaminadas a «salvaguardar los derechos fundamentales a la vida, la salud, el mínimo vital, la sostenibilidad alimentaria, el medio ambiente y la salubridad pública de cerca de 60.000 mil habitantes», precisó la fiscalía en un informe presentado a la prensa.
El área que está en riesgo abarca a cuatro municipios aledaños al río Cauca, en el departamento de Antioquia (noroeste). La fiscalía inspeccionó el lugar y constató la «invasión acelerada de buchón», una planta que crece en el agua empozada o sin suficiente corriente y que altera «los procesos biológicos de conservación de los ecosistemas».
El buchón deja una suerte de manto – que ya alcanza los 8,5 kilómetros de extensión- el cual bloquea la entrada de luz solar, afectando así la vida dentro del agua. «Estamos perdiendo el río Cauca a unas velocidades insólitas», enfatizó el jefe de la entidad, Néstor Humberto Martínez, y agregó que también avanza una «investigación penal» en torno al proyecto.
El principal socio de la obra, Empresas Públicas de Medellín (EPM), intenta contener la expansión de esta planta invasora con una máquina, que «resulta ineficiente», según los investigadores. La fiscalía hizo especial énfasis en las consecuencias del buchón sobre la «población de peces, en calidad, tamaño, carne y en su misma reproducción». La pesca es la principal actividad económica en la región de influencia de la represa.
Los expertos encontraron residuos de una máquina de asfalto abandonada por los constructores que afecta uno de los afluentes del Cauca. «Esa planta no se cerró técnicamente ni se hizo una recolección adecuada como lo establecen las normas ambientales», apuntó. Además, existe el riesgo de derrumbe de escombros en un tramo de la obra, que «podría represar el cauce del río Cauca con las consecuencias de una posible avalancha».
Considerada una de las obras de ingeniería más ambiciosas en Colombia, Hidroituango deberá cubrir casi una quinta parte de la demanda energética del país, con una inversión equivalente a 3.700 millones de dólares.
La megaobra entró en emergencia a inicios de mayo. Un derrumbe bloqueó el túnel de salida del agua y forzó la evacuación temporal de hasta 25.000 pobladores de municipios cercanos, 3.000 de los cuales todavía están en albergues, según autoridades.
La construcción de la hidroeléctrica está a cargo del consorcio CCC Ituango, integrado por la brasileña Camargo Correa (55%) y las colombianas Conconcreto (35%) y Coninsa-Ramón H (10%). Camargo Correa está implicada en una trama de corrupción descubierta en Brasil, a través de la cual grandes constructoras pagaban sobornos a políticos a cambio de la concesión de millonarias obras en estatal Petrobras.