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Denuncian explotación laboral a los obreros de las sedes de Tokio 2020


El Comité de Organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dijo este jueves que analiza los posibles abusos laborales a trabajadores de la construcción de las sedes olímpicas, denunciados en un informe de la federación global de sindicatos del sector.

La organización de los próximos JJOO reaccionó así a la publicación del informe «El lado oscuro de los Juegos Olímpicos de 2020» por parte de la Internacional de trabajadores de la construcción y la madera (ICM), federación con sede en Ginebra, Suiza, que agrupa a sindicatos nacionales de estos sectores.

El informe, basado en entrevistas a obreros de las sedes en fase de construcción para 2020 y en documentos legales y laborales, critica la imposición de «una cultura del miedo» sobre los empleados por medio de prácticas extendidas como jornadas excesivamente largas, deficientes medidas de seguridad o la escasa protección legal.

Tras recibir el documento el martes pasado, el Comité Organizador de Tokio 2020 está «analizando su contenido» y se encuentra dispuesto a «cooperar con todos los actores implicados para tratar el asunto», según dijo hoy a Efe un portavoz.

El informe, también remitido por la ICM al Gobierno Metropolitano de la capital y al Consejo de Deportes de Japón (organismo a cargo de la construcción de sedes), recoge que se registraron al menos dos muertes de trabajadores de las sedes olímpicos debido al trabajo excesivo, conocido en Japón como «karoshi».

Los casos de «karoshi» son frecuentes en Japón, y en particular en el sector de la construcción, donde los datos oficiales recogen 21 muertes relacionadas con el trabajo excesivo en 2017.

Los dos casos mencionados en el informe corresponden a la muerte de un trabajador en 2018 debido a un accidente laboral, y al suicidio en 2017 de un operario del Estadio Olímpico que se quejó de la presión que sufría para terminar a tiempo las obras, y tras llegar a trabajar más de 200 horas extra al mes.

El documento también recoge testimonios de obreros obligados a trabajar hasta 28 días sin jornadas de descanso, y destaca el alto número de accidentes laborales mortales que se dan en Japón (4,5 casos por cada 1.000 trabajadores en 2016) pese a ser un país desarrollado, debido a las «alarmantes deficiencias» en materia de seguridad.