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Delta del Paraná: impulsan iniciativa para preservar al ciervo de los pantanos


Foto: gentileza investigador

Se trata de una especie amenazada de la zona, que fue regresada a su hábitat natural el 18 de mayo pasado. Se logró gracias al incansable trabajo de un equipo interdisciplinario

Aukán, un ciervo del pantano que había estado al borde de morir, fue regresado a su hábitat natural en el Delta del Paraná el 18 de mayo pasado. Su recuperación se dio gracias al trabajo de un equipo multidisciplinario que conforma el Comité Científico Técnico Ciervo de los Pantanos, entre quienes estaba el investigador del CONICET en el Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR-CONICET), Javier Pereira. El animal había sido rescatado apenas dos meses atrás en un predio forestal del Delta, y cuando lo encontraron tenía una enfermedad llamada miasis en su rostro, que si evolucionaba podía terminar con su vida. Una vez que los científicos pudieron revertir el cuadro severo –una etapa que pudieron llevar a cabo en el predio de Fundación Temaikén-, Aukán fue regresado al delta: antes de liberarlo, le colocaron un collar transmisor con GPS, a través del cual están monitoreando su readaptación en tiempo real. “En la última década rescatamos y devolvimos a su hábitat a más de una docena de ciervos como Aukán”, describe con orgullo Pereira, director de Proyecto Pantano, una iniciativa creada en 2014 dedicada a proteger esta especie característica del delta que se encuentra en grave peligro de extinción.

Proyecto Pantano acaba de ganar 70 mil dólares en el marco del Toyota Environmental Activities Grant Program –entre casi treinta postulantes de todo el mundo- otorgado por la empresa Toyota Motor Corporation, por su tarea sostenida en la protección de la población más austral del ciervo de los pantanos. Esta especie, conocida como Blastocerus dichotomus, es el cérvido nativo más grande de Sudamérica: puede llegar a alcanzar los 150 kilos. Históricamente se encontraba en los humedales desde el sur del Amazonas brasileño y Perú hasta el Delta del Paraná, pero en los últimos años, la destrucción de su hábitat hizo que su distribución se redujera en más del 60 por ciento y motivó a que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo catalogue como “especie vulnerable” a nivel mundial y llame a impulsar medidas para revertir su declinación en el continente.

“En la última Lista Roja de los Mamíferos de Argentina, publicada en 2019, los expertos coincidieron en ubicar a la población del ciervo del delta como ´en Peligro´, sugiriendo que si no se toman medidas urgentes para mejorar su estatus poblacional, la especie podría desaparecer de este humedal en cuestión de años”, advierte Pereira. El lugar en donde trabaja Proyecto Pantano es justamente el Delta del Paraná: uno de los humedales más grandes de Sudamérica. Sobre los límites de este gran territorio silvestre se emplaza la región más poblada de la Argentina (con más 14 millones de personas), incluida en el eje La Pata-Rosario, que se considera como el corredor de desarrollo e intervención antrópica más consolidado del país.

“Hasta principios del siglo XX, el delta del Paraná aún albergaba a grandes mamíferos como yaguaretés o pumas, pero la modificación del humedal y la caza provocaron su extinción –continúa Pereira-. El ciervo de los pantanos logró sortear los peligros y sobrevivir en este humedal, convirtiéndose en el máximo exponente natural presente en el Delta en la actualidad. Pese a ello, continúa sufriendo una fuerte presión de caza furtiva, su hábitat continúa deteriorándose y la depredación por perros asilvestrados o mal manejados alcanza niveles insospechados”.

Un proyecto con historia

Proyecto Pantano inició sus actividades formalmente en 2014. Desde entonces, los científicos que lo componen pudieron conocer aspectos clave de la historia natural del ciervo de los pantanos en el delta y confeccionaron un mapa de su distribución y abundancia relativa, con el fin de monitorear los cambios poblacionales a futuro. Actualmente, en colaboración con investigadores del Centro de Investigación Científica y Transferencia Tecnológica a la Producción (UADER, CONICET-Provincia de Entre Ríos), realizan un trabajo con drones para cuantificar la cantidad de individuos de ciervo que hay en el delta y reconocer el impacto que las distintas actividades productivas tienen sobre su densidad. Además, por primera vez en Argentina, lograron monitorear a individuos de la especie con transmisores satelitales, lo que les permite reconocer la forma en que utilizan los distintos elementos del paisaje forestal, saber cómo establecen sus rutas de movimiento a través de la matriz de hábitat y cuánto espacio necesitan para vivir.

“También aportamos los primeros datos sobre la alimentación de la especie en este humedal, información que ha permitido contextualizar correctamente el conflicto que los productores forestales tienen con esta especie y generar herramientas para mejorar su coexistencia”, explica Pereira. A partir de este estudio y del asiduo intercambio que tienen desde Proyecto Pantano con los productores se logró, por ejemplo, derribar un mito muy arraigado localmente (“los ciervos se alimentan principalmente de especies arbóreas con valor comercial”), cambiando su visión sobre la especie y desterrando la creencia de que matar a los ciervos mejora los rindes forestales. “Pese a ello, hemos determinado situaciones particulares en las que las plantaciones de valor comercial pueden verse afectadas en forma significativa (cuando los machos quitan la felpa de sus astas refregándose contra los arbolitos jóvenes), situación para la cual hemos puesto a prueba repelentes específicos para ciervos, buscando disuadir esos comportamientos”.

En términos de investigación, en todos estos años de trabajo, los científicos de Proyecto Pantano elaboraron mapas de riesgo (o de “puntos calientes”) de cacería furtiva en el delta y desarrollaron un perfil de los cazadores furtivos dedicados a esta actividad, una herramienta fundamental para que las autoridades a cargo de gestionar la conservación de la especie puedan implementar estrategias de control de esta práctica. Y también pusieron énfasis en la educación ambiental, focalizando en trabajar la conservación de la naturaleza del delta con alumnos de escuelas isleñas y de localidades aledañas. “Más de 2.300 alumnos han participado de actividades en distintos formatos. Desde 2020, comenzamos a trabajar contenidos relacionados al ciervo y al delta en un plan pedagógico que fue aprobado e incluido en la currícula de establecimientos educativos de la isla”, cuenta Pereira.

Cabe destacar que los integrantes del proyecto participaron activamente de la creación del “Parque Nacional Ciervo de los Pantanos”, creado en 2018 bajo la órbita de la Administración de Parques Nacionales. Y también realizaron capacitaciones a integrantes de las Fuerzas de Seguridad para interiorizarlos en la problemática de la cacería furtiva y articular acciones de control.

Fuente: Conicet