El pasado domingo, un hecho un tanto insólito y bastante indignante sucedió en la ciudad: una pareja dejó a su perro dentro del auto mientras pasaba la tarde en la isla. El vehículo estaba frente al Monumento a la Bandera y entre efectivos de la Policía Comunitaria y la GUM debieron romper el vidrio para rescatar a la mascota.
El perro estaba jadeando por el calor y la falta de oxígeno, y es por ello que los agentes lo sacaron del auto. Cuando regresó al lugar y vio la escena, el dueño del perro tuvo una crisis de ansiedad y debió ser atendido por el Sies, para luego ser llevado a la comisaría.
Los agentes llegaron a la zona del Monumentos donde se encontraba el auto y constataron la presencia del animal adentro de un Chevrolet Celta que estaba herméticamente cerrado. Recorrieron, sin éxitos, el lugar para dar con los dueños, pero no tuvieron éxito. Incluso utilizaron el megáfono de la GUM para llamarlos.
Al pasar el tiempo y sin tener noticias de los dueños, los oficiales advirtieron a la fiscal de turno, quien autorizó a que se rompiera uno de los vidrios del vehículo para sacar al animal, que ya corría riesgo de vida. Un veterinario revisó a la mascota.
Pasadas las 18, se presentaron los dueños del vehículo y el animal y el hombre, oriundo de Alta Gracia, acusó a los agentes de “abuso de poder y de autoridad”. Su esposa fue quien contó que habían ido a pasar la tarde a la isla que se encuentra frente a la ciudad y que no «admiten perros».
Finalmente, el hombre fue llevado a la comisaría segunda, donde fue fichado.