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«Cuando termine la cuarentena podemos tener un rebote inflacionario»


El economista rosarino Gabriel Pogliani dialogó con CLG sobre el presente y futuro de la economía argentina. Además, explicó que la emisión de moneda "es la única salida" por el momento

La pandemia del coronavirus continúa avanzando día a día y está lejos de terminar, por lo que los países que mantienen la cuarentena son muchos y entre ellos se incluye Argentina. El aislamiento social preventivo y obligatorio ha generado una paralización en la economía y una de las incógnitas pasa por cómo hará el país para recuperarse.

Sin embargo, el panorama no parece ser alentador para el gobierno de Alberto Fernández. CLG dialogó con Gabriel Pogliani, economista de la Federación Gremial del Comercio e Industria de Rosario y docente, quien analizó el presente y futuro de la economía argentina: «Está totalmente paralizada, lo único que funciona son simplemente algunos sectores que tienen que cubrir alimentos, distribución, transporte y cuestiones de salud, eso representa entre un 10 y un 20% de las empresas del país».

«Esto complica no sólo los planes para salir de esta emergencia sanitaria, sino también los planes que tenía el gobierno a principio de año. El 2020 comenzó con una estrategia de mantener el tipo de cambio estable, para que eso repercuta en una inflación estable, eso iba a generar un mayor poder adquisitivo. A su vez, estábamos en un proceso de reestructuración de deuda. Esos eran los objetivos a principio de año», explicó.

Gabriel Pogliani

Sin embargo, la pandemia desbarató cualquier estrategia y ennegreció el porvenir: «Todo eso quedó en el pasado y es totalmente inviable, a pesar de que esos planes surgieron hace tres meses. Si bien todavía tenemos el cepo cambiario, hoy los tipos de cambio paralelos se están alejando y disparando, y eso va a repercutir en un traspaso a precios».

Pogliani se refirió al índice de precios y no mostró buenos augurios: «Si bien la tasa de inflación era alta, venía con una tendencia a la baja por el cepo cambiario. Ahora, una vez que se levante la cuarentena, podemos tener algún tipo de rebote inflacionario, básicamente por el financiamiento que debe hacer el Estado para tener políticas públicas de contención».

El economista rosarino analizó la situación en la que se encontrará el Estado argentino una vez que finalice la cuarentena: «Partimos de un escenario base en el que, previo a la pandemia, la economía de Argentina no crecía, tenemos déficit fiscal y un nivel de actividad que no se traduce en una recaudación importante. Todo eso va a estar aún más resentido por la cuarentena y por las políticas de apoyo para mantener un mínimo nivel de ingreso en la población, por lo que el déficit fiscal va a tener que ser llenado con algún financiamiento».

En ese sentido, Pogliani planteó tres opciones: «Este financiamiento puede salir de los impuestos que se cobran, de deuda o de emisión monetaria». En primer lugar se refirió a la toma de deuda: «Hoy los mercados están prácticamente cerrados porque prestarle al Estado argentino sería entrar en un proceso de reestructuración de forma casi inmediata».

En segundo término, descartó la posibilidad de incrementar los valores de los impuestos: «El aumento de la presión tributaria, que ya de por sí es elevada, sería prácticamente inviable en esta situación de crecimiento cero». En consiguiente, llega la impresión de dinero: «Actualmente, la única salida que tiene el gobierno es emitir y tratar de que eso no repercuta en los precios en un futuro».

El economista señaló que, durante este proceso de aislamiento, la emisión no va a impactar notablemente, pero sí puede hacerlo luego: «Hoy, a corto plazo no vamos a tener un proceso inflacionario porque la baja actividad económica hace que la emisión no se traslade a precios, pero sólo por estos meses. Por eso, cuando salgamos de esa emergencia sanitaria, vamos a tener que tener en cuenta que este tipo de políticas son extraordinarias para este tipo de situación, y no hay que mantenerlas luego».

Como si fuera poco, el panorama internacional tampoco pinta bien: «La verdad que no tenemos buenas noticias. El contexto internacional no ayuda a Argentina, básicamente porque las relaciones más estrechas de nuestro país son con Brasil, China y Europa, tres economías que están siendo golpeadas por la pandemia, como también sus demandas por nuestros productos. Esa demanda cae, caen los precios internacionales, y podemos tener otro problema».

«También hay una caída en el petróleo, que hace que algunos proyectos de inversión, sobre todo en Vaca Muerta, dejen de ser rentables», concluyó Pogliani, dejando un panorama complicado para el futuro argentino.