El presidente busca darle mayor poder al Parlamento, en una estrategia para mantenerse en una posición influyente en el país
El presidente busca darle mayor poder al Parlamento, en una estrategia para mantenerse en una posición influyente en el país
El primer ministro de la Federación de Rusia, Dmitry Medvedev, anunció en un comunicado transmitido desde la televisión estatal que todo el Gabinete renunciará en bloque.
La dimisión se estima que responde a lo que en el día de hoy el presidente, Vladimir Putin, anunciara como la búsqueda, referéndum mediante, de implementar modificaciones legislativas que permitan dotar de mayor responsabilidad al Parlamento en la formación de gobierno, al tiempo que sea la Duma (Cámara Baja) la que apruebe la candidatura del primer ministro.
Medvedev consideró entonces como un paso “obvio” que el gobierno tenga la obligación de dar un paso al costado, buscando así dar al propio Putin “la oportunidad» de tomar todas las decisiones que sean necesarias” en el futuro cercano.
¿Cómo funciona el gobierno ruso?
De acuerdo con la actual Constitución, aprobada en 1993, el gobierno ejerce el poder ejecutivo. El órgano elabora el proyecto del presupuesto federal y garantiza su cumplimiento y lleva a cabo la política nacional en el ámbito de las finanzas, la política exterior, la educación, la sanidad, la cultura, la ciencia, etc.
El gobierno puede presentar su dimisión al presidente, quien también tiene el poder de disolverlo. Otra forma de disolver el gobierno es que la Duma, la Cámara Baja del Parlamento, apruebe una moción de censura que puede ser vetada por el presidente.
El presidente actualmente nombra:
- Al primer ministro con el consentimiento de la Duma; Vladímir Putin nombró a Dmitri Medvédev como primer ministro en dos ocasiones, en 2012 y en 2018, tras ganar las elecciones presidenciales.
- A los vicepresidentes de gobierno (son 10 en el actual gabinete).
- A los ministros a sugerencia del primer ministro.
El presidente tiene la facultad de destituir tanto al primer ministro como a los ministros del gabinete.
¿Qué es lo que cambia?
En una medida que parece destinada a aumentar significativamente el poder del Parlamento, Vladímir Putin pidió cambios en la Constitución que permitan a la Duma no solo acordar, sino aprobar al primer ministro y a los ministros del gabinete en lugar del presidente.
El presidente «no tendrá derecho a declinar las candidaturas aprobadas por el Parlamento». Tras anunciar la redistribución del poder, Putin subrayó que Rusia debe seguir siendo una «república presidencial fuerte».
Un segundo gran punto en la reforma propuesta busca darle estatus constitucional al Consejo de Estado, un órgano asesor de la presidencia que Putin creó en 2000, según reportó el Washington Post.
El avance hacia el parlamentarismo y la consolidación del Consejo de Estado parecen ofrecer una aproximación a los planes a futuro de Putin, quien se encuentra en este momento cursando su cuarto mandato presidencial.
Cuando Putin finalice su mandato en 2024, debería una vez más alejarse del Kremlin según la Constitución Rusa, ya que no puede volver a ser reelecto.
Pero cuando eso ocurra Putin tendrá un menú de opciones más abundantes que en 2008 para continuar manteniendo una posición influyente en el país aún sin el título de presidente. Si decide volver a convertirse en primer ministro, y su proyecto actual de reforma tiene éxito, se convertirá en un poderoso jefe de gobierno y líder parlamentario sin fecha de vencimiento alguna, siempre y cuando su partido siga reteniendo la mayoría. Actualmente controla 341 de las 450 bancas en la Duma.
También podrá optar por otro camino. Una vez más, si la reforma triunfa y el Consejo de Estado obtiene estatus constitucional, Putin también podría ubicarse en este órgano asesor y mantener una posición de influencia.
Según ha trascendido este miércoles en la prensa, otros puntos en la enmienda propuesta apuntan a elevar el requisito de residencia en el país de 10 a 25 años para los candidatos a presidentes, prohibir que los funcionarios públicos tengan ciudadanía extranjera, entre otras medidas.
El máximo mandatario ruso indicó que las enmiendas propuestas a la Constitución podrían ser aprobadas por el Parlamento, pero aun así consideró necesario realizar una votación común, es decir, un referéndum. Los legisladores ya han comenzado a redactar la legislación para poner en práctica las flamantes propuestas.