Un informe sobre la industria avícola realizado por la delegación uruguaya de la organización animalista española Libera, basado en la consulta a diferentes empresarios del país sobre el proceso de producción de huevos, indagó en la cantidad de pollitos machos que son «descartados» día a día cuando se crían las gallinas ponedoras.
Se muestra la imagen de una bolsa de basura con cientos de pollitos muertos y algunos vivos, que un empleado de una productora intentó tirar en la basura en Pocitos. Según los miembros de la delegación se trata de los machos descartados cuando se crían gallinas ponedoras de huevo. El motivo es que como no se crían para emplear su carne sino sólo para huevos, las productoras no se hacen cargo de ellos, se sacrifican miles por semana.
De esta forma en el reporte hablaron los responsables de dos productoras y Allfredo Ebbero de Ecologito expresó que «
«detrás de cada huevo que comés hay un macho que murió. No le pongas ninguna duda que esto es crueldad animal». Y después agregó que «en todas las granjas hay crueldad, la lechera, la ganadera, pero como no lo ven se comen el asadito».
Ecologito se autoproclama como la única productora que trabaja con gallinas «libres de jaulas» en Uruguay, lo que le daría un aspecto más compasivo hacia los animales en el sistema de producción.
De todas formas el productor expresó que si bien sus gallinas viven libres de jaulas «en gallineros», tienen que ser despicadas (se les corta el pico para que no se ataquen entre sí) y son faenadas cuando ya no pueden poner más huevos.
También dijo que los pollitos machos mueren sistemáticamente apenas nacidos, son asfixiados y tirados en bolsas o triturados pero aclaró «no es mi negocio, son cosas separadas, las incubadoras es donde nacen los pollitos (…) a mí me llegan las hembritas a mí granja al otro día de nacidas. Yo no los mato».
Como ejemplo explicó que cuando él compra un lote de diez mil gallinas ponedoras tienen que haber muerto aproximadamente la misma cantidad de machos en la incubadora y esto es algo común no sólo en Uruguay sino en el mundo.
Concluyó diciendo que «para solucionar este problema la humanidad no debería comer más huevo. Punto. No tiene solución. Eso no quita que no sea crueldad. La única manera de eliminar esa crueldad es que nadie en el mundo coma más huevo de acá para toda la vida. Ahí no se mata más».
Libera llama a los consumidores a conocer esta información para decidir si «quieren o no ser parte de este proceso».