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Política y Economía

Créditos hipotecarios UVA: se demora la solución y crece la angustia


"Hasta que no veamos una propuesta que nos conforme todo sigue igual que antes", dijo Guillermo Lardo, integrante de "Hipotecados UVA - Santa Fe Autoconvocados"

«Hasta que no veamos una propuesta que nos conforme todo sigue igual que antes», dijo Guillermo Lardo, integrante de «Hipotecados UVA – Santa Fe Autoconvocados»

Por Matías Gregorio

Los préstamos hipotecarios UVA lanzados durante la gestión de Mauricio Macri terminaron siendo un gran problema para los argentinos que decidieron sumarse al programa para acceder al derecho de una vivienda digna. A poco de asumir la nueva gestión de Alberto Fernández, la solución para los damnificados se sigue demorando, a pesar de que el presidente creó el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat para abordar el déficit habitacional del país.

La titular de dicha cartera, María Eugenia Bielsa, recibió días atrás al colectivo «Hipotecados UVA Argentina», un grupo de ciudadanos que se unió con el objetivo de abordar el problema en conjunto y así llegar a una solución. De la reunión participaron seis representantes de las distintas organizaciones del país que conforman al colectivo. Entre ellas estuvo el grupo «Hipotecados UVA – Santa Fe Autoconvocados».

Guillermo Lardo, uno de los integrantes del colectivo santafesino que vio como como las cuotas que abonaba pasaron de representar el 25% de los ingresos de su familia hasta trepar casi al 70%, se mostró cauto con respecto a las primeras medidas de Fernández. «El saldo de la reunión es tomado con pinzas», le dijo a CLG.

«Si bien fue positivo que nos hayan atendido y que nos escucharan a poco tiempo de que asumieran, solamente nos llevamos el compromiso de que están trabajando en el tema. Aún no tienen una solución concreta al problema», explicó Lardo.

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A partir del pedido de Bielsa, el Banco Central comenzó a recabar información en poder de los bancos públicos y privados sobre aquellas “personas humanas” que hayan tomado un crédito de estas características, debido a que a fines del corriente mes de enero vence el plazo fijado por el gobierno que mantiene congelado a valores de agosto pasado la cuota de los préstamos.

De todas maneras, el entrevistado adelantó que, según supieron, «el congelamiento se extenderá hasta febrero».

Lardo puso énfasis en un punto no tan conocido por la población, al asegurar que las cuotas siguen congeladas para un porcentaje del grupo de hipotecados y no para todos: «Cuando lanzaron el congelamiento dijeron que no entraban dentro del beneficio aquellos que tenían una casa mayor a 140 mil UVAs al momento de la escritura o si el préstamo tomado era mayor a 120 mil UVAs. Desde un primer momento estuvimos disconformes, y esa línea de diferenciación se mantuvo en el esquema actual».

De los datos oficiales de la gestión anterior se desprende que 82.000 familias que tomaron un crédito UVA tienen su cuota congelada, lo que representa aproximadamente un 80% del total de créditos otorgados de este tipo.

Después de muchos anuncios para frenar el impacto de las cuotas en los bolsillos de los hipotecados que finalmente no se hicieron efectivos durante la gestión de Macri, los damnificados mantienen mucho escepticismo porque fueron engañados una y otra vez. «La gestión actual está trabajando como supuestamente estaba trabajando el gobierno anterior para dar una solución. Hasta que no veamos una propuesta que nos conforme todo sigue igual que antes. En concreto, sólo se consiguió el congelamiento», expresó Lardo.

En este sentido, dijo que no saben con precisión cuando será elevada una propuesta por parte del ministerio de Bielsa hacia los deudores: «No hacemos futurología porque venimos desde hace casi tres años buscando soluciones y presentando alternativas. Ojalá lleguemos a un desenlace positivo lo antes posible, pero no hay certezas. En principio iba a estar para este mes, pero ahora también estaría congelado febrero para encontrar la solución en esos días».

«Miramos todo con desconfianza y con esa sensación de que cada vez se va alargando más, lo que hace que aflore un sentimiento de frustración que realmente destroza a mucha gente que está muy complicada, dado que no tienen la seguridad de que van a poder salir en el corto plazo de la situación en la que están», reconoció Lardo.

Además, comentó que, a partir de la información que manejan, pudieron saber que al igual que con el congelamiento de las cuotas la solución que presentará el gobierno nacional no abarcará a todos los hipotecados, «lo que hará surgir otro tema de discusión».

Un programa destinado al fracaso

Uno de los mayores problemas que dejó la «pesada herencia» de Mauricio Macri fueron los préstamos hipotecarios UVA. Nacieron en 2016 en la gestión de Cambiemos y se presentaban como una ventaja por ser actualizados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) y por su facilidad de acceso, ya que la cuota era similar al valor de un alquiler.

En ese entonces, la publicidad oficial tomaba un ejemplo para explicar el beneficio del programa: un préstamo de $1.500.000 a 15 años en UVAs tiene una cuota inicial aproximada de $8.000, y en un crédito hipotecario convencional por el mismo monto, la cuota llega a $20.000.

Pero este plan para fomentar el acceso de los argentinos a una vivienda digna, un derecho asentado en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, tenía una particularidad: la UVA es una unidad de cuenta que se ajusta diariamente con el Índice de Precios al Consumidor, es decir, con la inflación.

De esta manera, el precio de la cuota fue escalando cada vez más en los últimos tres años mientras que los salarios iban a distinto ritmo. Bien sabido es que con una inflación superior al 50% en 2019, ninguna paritaria logró igualarla.

En este marco de una profunda crisis económica, el programa no tuvo los resultados esperados, ya que sólo se otorgaron apenas un poco más de 100.000 créditos hipotecarios, equivalente al 10% de esa meta oficial. Exactamente, fueron 102.377 hasta agosto.

Como promesa de campaña y ante la devaluación tras las Paso, Mauricio Macri suspendió las subas hasta principios de enero de este año y el nuevo gobierno de Alberto Fernández pospuso esa suba por otros 30 días hasta analizar cómo seguir, tarea que está a cargo de Bielsa y el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce.