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Crecida del Pilcomayo: esperan en Formosa el «pico histórico»


Pobladores formoseños de la zona límitrofe con Paraguay y la provincia de Salta, en su mayoría pertenecientes a las comunidades toba y wichi, aguardaban en alerta la llegada en las próximas horas de un «pico histórico» de crecida del río Pilcomayo.
La crecida del río ya provocó cuantiosos daños y miles de evacuados en el este de Salta, donde el gobernador Juan Manuel Urutubey reunió al Gabinete de Ministros para afrontar la emergencia.
El foco de esa reunión estuvo puesto en la atención de los evacuados y autoevacuados que sumaban más de ocho mil en el territorio salteño por la creciente del río, que todos los pronósticos indican que se prolongará al menos hasta este martes.
En las últimas horas, la localidad de Santa Victoria Este había quedado totalmente aislada por tierra y con comunicación solo por aire o por agua.
En ese contexto, el operativo de emergencia desplegado por el Gobierno salteño hacía hincapié en el aspecto sanitario, con el refuerzo de la atención de los evacuados y la prevención de enfermedades a través de la vacunación, además de los controles a cada una de las personas que asistían a los centros de salud de la zona.
El Ministerio de Asuntos Indígenas y Desarrollo Social, en tanto, dispuso la entrega de módulos alimentarios a habitantes afectados en Aguaray, Tartagal, Mosconi y Campo Durán, en tanto que se implementaron puentes aéreos para brindar asistencia con elementos de primera necesidad a Santa Victoria Este y a las comunidades de San Luis y Las Vertientes, especialmente a familias que quedaron aisladas.
En el oeste de Formosa, en tanto, continuaban los trabajos para afrontar lo que las autoridades ya califican como «una crecida histórica».
«Hay que proteger con todos los medios disponibles a las comunidades. Debemos estar junto a la gente en este momento difícil, como lo hicimos siempre, no bajar la guardia y mirar también el día después, la etapa de la recuperación», aseguró el ministro de Gobierno, Seguridad y Trabajo provincial, Jorge González.
En la zona limítrofe con Salta y Paraguay, ya eran 32 las familias evacuadas, 26 de ellas pertenecientes a la comunidad toba y otras seis de ganaderos de la zona.
La inminente crecida del río alimentado por las abundantes lluvias en Bolivia era esperada con tensión por unas 14 mil personas, la mayoría integrantes de las comunidades toba y wichí.
Los campamentos en zonas altas de la región ya están alistados con «chapas, alimentos, agua, suero antiofídico y remedios», indicó una fuente gubernamental local.