El ejército de Siria intenta frenar el avance de las tropas turcas y ha tomado la ciudad de Tel Tamer, a unos treinta kilómetros de Ras al Ain, una localidad del noreste de suma importancia para la estrategia. La misma ha sido capturada por las fuerzas de Ankara.
La operación se debió a un inusitado acuerdo anunciado este domingo entre la administración kurda del norte en manos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) y el gobierno de Bachar al Asad. El acuerdo consiste en el despliegue de tropas sirias en la frontera con Turquía.
Por su parte Ankara anunciaba este lunes haber «neutralizado«, a 550 milicianos kurdos del YPG, a los que considera terroristas, en la ofensiva en territorio sirio que comenzó el pasado miércoles. Los kurdos han lanzado más de 650 proyectiles a la frontera de Turquía que alcanzó fatalmente a 18 civiles e hirió a unas 150 personas.
Ras al Ain fue denunciado por un grupo defensor de los DD. HH debido a un bombardeo turco que mató a 14 personas y produjo 10 heridos. En él se encontraban varios periodistas extranjeros, según un reportero francés. EL FSD denuncia que este ataque fue deliberado.
La situación, fruto de la retirada de las tropas estadounidenses de la zona, ha provocado la huida de unas 160.000 en el norte de Siria en solo estos días, según la ONU, y la alarma de occidente.
«Por una parte esta ofensiva puede crear una situación humanitaria insostenible, ya lo podemos ver sobre el terreno. Y por otra, puede ayudar al grupo Estado Islámico a resurgir en la región«, decía el presidente francés Emmanuel Macron.
El presidente turco Recep Tayip Erdogan ha calificado de falsa la información sobre la huida de miembros del Dáesh de campos controlados por los kurdos donde estaban recluidos.