El país europeo registró más de 32.000 muertes desde el 21 de febrero
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, defendió las medidas que tomó para hacer frente a la pandemia de coronavirus y aquellas que dan pie a la nueva fase de la convivencia con el virus, y aseguró que «lo peor ya pasó», luego de las más de 32.000 muertes desde el 21 de febrero.
«En esta fase, más que nunca, el respeto por las distancias de seguridad y, cuando es necesario, el uso de máscaras siguen siendo fundamentales», afirmó Conte al dar un informe sobre la gestión de la pandemia en la Cámara de Diputados
El discurso de Conte se dio el día en que se cumplen tres meses de la primera de las 32.330 muertes registradas en el país desde el inicio de la pandemia, y luego de que el último lunes Italia ingresara de lleno en la denominada «fase de convivencia» con el virus que permite la reapertura de bares, negocios y los desplazamientos libres en cada una de las regiones. «No es el momento de fiestas, vida nocturna y reuniones», advirtió luego el premier, insistiendo en sus pedidos para que no aparezcan nuevos focos de contagios, en momentos en que aún hay 62.752 positivos en todo el país.
«Con la misma determinación utilizada en la fase 1 creo que es posible, de hecho un deber, tomar una decisión valiente hacia un rápido retorno a la normalidad. Estamos en condiciones de enfrentar la fase 2 con confianza y responsabilidad», añadió Conte. «Ya conocemos el virus y sabemos protegernos. Lo peor ya pasó, gracias a los ciudadanos que cambiaron sus estilos de vida para hacer frente a la emergencia», animó el premier.
Conte anunció además que a partir del lunes 25 de mayo se iniciarán test serológicos en todo el país, de manera voluntaria, para determinar eventuales personas con anticuerpos. En ese marco, Conte destacó que Italia ya realizó 3.171.719 test de coronavirus, «lo que es el mayor número por personas en todo el mundo, con 5.134 test cada 100.000 habitantes».
Italia entró en cuarentena total el 10 de marzo y tuvo su pico de contagios de coronavirus a fin de ese mes, tras lo cual permitió la vuelta al trabajo de sectores como la construcción o las manufacturas a partir del 4 de mayo. En el plano económico, Conte aseguró que «el sistema bancario puede y debe dar más para acelerar los préstamos cubiertos por garantías pública», que el gobierno incluyó en el decreto denominado «Cura Italia» para facilitar el ingreso a préstamos a pequeñas y medianas empresas de todo el país.
Además, luego de haber autorizado que desde el 3 de junio ingresen turistas de la Unión Europea sin tener que hacer cuarentena obligatoria, el premier convocó a los italianos a «veranear en Italia», como forma de dinamizar un sector turístico que aporta el 13% del Producto Bruto Interno. «Ahora tenemos que encender el motor económico y productivo después de haber superado la fase más aguda de la emergencia. Hay que transformar la crisis en una oportunidad», aseveró.
En el plano turístico, el ministro de los Asuntos Regionales, Francesco Boccia, afirmó esta mañana en declaraciones televisivas que desde el 3 de junio se iniciarán los desplazamientos entre las regiones «siempre que sean de bajo riesgo» epidemiológico, en base al informe semanal que los gobiernos locales deben presentar al Ejecutivo nacional.