El debate por la despenalización del aborto comenzó pasadas las 11 en la Cámara de Diputados. A medida que avanzan las exposiciones de los legisladores, la sesión se torna cada vez más caliente. Uno de los focos estaba puesto en el discurso de Luis Contigiani, el diputado nacional por la provincia de Santa Fe que fue expulsado del socialismo tras sostener su postura en contra de la interrupción voluntaria del embarazo.
Cuando llegó su turno, el legislador esbozó un fuerte discurso: «No voy a hablar en nombre del partido socialista de Argentina. Fui votado en el marco del Frente Progresista Cívico y Social, pero quiero decirles que voy a hablar en nombre de la libertad de conciencia. No estamos en un debate partidario, sino que la discusión parte desde la convicción de cada uno».
«Llegamos a este debate acusados de asesinos, pero hay que decir que el aborto puede terminar en la muerte«, siguió el diputado.
Fiel a su manera efusiva de expresarse, el legislado sentenció: «Les habla un tipo limitado, de base, humilde, con muchas contradicciones, pero tengo una profunda convicción humana de que a la vida hay que defenderla y no hay ninguna causa para eliminarla».
Cada intervención era celebrada por quienes portaban pañuelos celestes. «Estamos ante dos vidas individualizadas. Yo quiero una salud pública para las dos partes de la vida. Me angustia cuando compañeros me dicen los riesgos de las mujeres en las clandestinidad, pero pongamos la foto en otra parte, en lo que se va en la bolsa de basura. Es un embrión de 14 meses, una criatura, un ser humano», agregó.
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A pesar de mostrarse dolido por las críticas que recibió durante la semana, Contigiani no titubeó y mantuvo su postura: «Yo no puedo disociar mi lucha de la justicia social de la pelea por la vida que hay en la panza de una mujer. Lo que defiendo en el campo de la política, lo económico y lo social, también lo defiendo dentro del vientre de la mujer. Hay que ir para adelante con más, no con menos, garantizar las oportunidades de la vida».
«No es fácil para mi tomar una postura, desde el contexto social y político que he vivido en las últimas semanas. Sin embargo, me rebelo. No hay un acto más revolucionario que defender la justicia social en una patria. Los que me quieran linchar en las redes sociales, que me linchen. No tengo problemas. Les digo que todo este debate tendrá sentido para la Argentina si somos capaces de juntarnos los verdes y celestes para trabajar en la salud pública de las dos vidas».
Para finalizar, el diputado que formaba parte del socialismo declaró: «Acepto que voy a contracorriente, que soy un retrogrado, si quieren llamarlo así, pero quiero que mi voz suene en el futuro de una Argentina donde el derecho de la vida ha sido defendido».