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Construcción en pandemia: ante gran demanda, la faltante de materiales es masiva


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Si bien octubre fue un mes donde los materiales de la construcción batieron récords de ventas, la faltante es constante en todos los productos. CLG hizo un relevamiento por diferentes corralones

Desde que en Argentina se anunció el aislamiento producto de la pandemia del coronavirus, muchos ciudadanos se volcaron a terminar las cuentas pendientes en el hogar. Remodelaciones, refacciones y construcciones propias se multiplicaron y la demanda en los corralones se sintió.

Una actividad constante durante ocho meses acarreó una problemática que se entiende entre la gran cantidad de comercialización que hizo desbordar la producción y la posible especulación de los grandes fabricantes que no entregan sus productos por temor a los vaivenes de la economía argentina.

En este marco y de todas maneras, según el Grupo Construya, la venta de materiales para la construcción registró en octubre una suba de 3,84% con respecto a septiembre y de 15,8% frente a igual mes de 2019. Sin embargo, cuando un rosarino, y cualquier habitante de este país, recorre los puntos de venta suele encontrarse con un gran desabastecimiento.

CLG recorrió varios corralones de la ciudad y se encontró con esta realidad de mayor demanda y menor oferta, y de aumentos en los precios particularmente acorde a la inflación y no al dólar.

Uno de los primeros consultados aseguró que el momento del sector de la construcción se debe a que «la gente está en la casa y quiere hacer» lo que lleva a consultas y compras que no existía en la pre pandemia, por ende comienzan a faltar materiales. En consecuencia los precios varían: «Todos los días nos mandan listas de precios nuevas», sentenciaron.

Otro empresario, esta vez de Villa Gobernador Gálvez, puntualizó que faltan productos como arena (influenciado por un paro de los trabajadores del sector), viguetas, cemento de albañilería, ladrillos y que el hierro llega «a cuenta gotas», pero indicaron que es «por distintos motivos». Este mismo local reconoció que son habituales acopiadores de mercadería, una modalidad que no pudieron sostener ante la falta de recursos: «La gente le echa la culpa a los corralones, pero va más allá», afirmaron a CLG.

En este sentido también aclararon que «si a los corralones más grandes les falta, los pequeños no tienen nada».

Además hicieron hincapié que con la llegada de la temporada de verano «la gente se volcó a hacer sus piletas», lo que incrementó la demanda. Este mismo fenómeno había ocurrido al comienzo de la cuarentena y que con el transcurso de los meses «menguó» el trabajo.

En cuanto a los precios, desde este local villagalvense manifestaron que aumentaron un 50% promedio.

El primer día con muy pocas ventas en el corralón - El Territorio Misiones
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Otro comerciante del rubro aclaró que los precios están variando según la inflación (que en el 2020 ya es mayor al 37%) y no al dólar (si tomamos el oficial, la suma se ubica en un 33%, si se toma el «blue» es más del 100%). Pero hubo productos, contaron, como el ladrillo que se disparó de 10 a 20 pesos en un mes (es decir, un 100%) y aseguraron que «hay un poco de especulación de los hornos que lo fabrican».

El encargado de este local remarcó ante CLG que fueron escépticos con la llegada de la cuarentena, pero que los sorprendió la gran cantidad de constantes compras y por eso deslizó: «Salimos de una faltante y entramos en otra porque la gente intenta ver dónde y cómo pone sus ahorros».

También indicó que la falta se debe a que las fábricas se vieron sorprendidas por la demanda y «nunca hicieron una inversión para producir más». Acto seguido dio el ejemplo del cemento común y cemento de albañilería (que es una mezcla entre cal y cemento), donde los productores se volcaron por hacer el primero ya que es menos costoso y no necesita tanta capacidad para generarlo como el segundo.

Corralon Los Hornos – La Plata Interactiva
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Las consultas en este corralón «son recurrentes» y se mantuvieron en el mismo nivel durante toda la cuarentena, desde las oficinas del mismo explicaron que al estar paradas las obras públicas y reducidas las grandes obras privadas, la «autoconstrucción y las refacciones» estuvieron a la cabeza de los presupuestos.

Por último, un corralón mostró su crítica situación: «No tengo nada», sentenció el dueño que lleva más de 30 años en el rubro. «Esto es una cosa de locos, mirá que estuvimos con la superinflación de Alfonsín y no pasaba», agregó.

Sin embargo, resolvió que esta situación comenzó en los «últimos meses» y que es una situación general del sector porque «nadie tiene». Para este comerciante la falta de cerámicos y plasticol se le suma a las ya mencionadas de hierro, ladrillo o arena.

La situación de la construcción tiene dos caras y se puede analizar de distintas formas. La gran cantidad de demanda hizo que el sector crezca y motivó una economía apagada en los últimos años; otro punto de vista es el gran desabastecimiento, que según los fabricantes no se debe a especulación sino una producción desbordada y afectada, en algunos casos puntuales, por el coronavirus.