Las escuchas de la investigación federal que derivó esta semana en el procesamiento por narcotráfico del jefe de la banda “Los Monos” y de uno de sus laderos revelan cómo amenazaban a una mujer que vendía drogas, a la que desde la cárcel le dijeron: “Si usted quiere hacer plata, vamos a hacer plata, si usted quiere tener problemas, a mí me encantan los problemas”.
Según consta en la causa, una mujer encargada de un punto de venta de drogas en la ciudad había dejado de proveerse con “Los Monos” y le compraba a otro mayorista. Desde la cárcel donde estaba detenido, un lugarteniente del jefe la organización criminal habló con la vendedora y le advirtió, en alusión a que iba a poner a otra persona a comercializar: “El problema lo va a tener igual si usted no trabaja con nosotros”.
El juez federal 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, procesó el jueves último como organizador de una red de narcotráfico a Ariel Máximo “Guille” Cantero, uno de los jefes de “Los Monos”, y a su lugarteniente, Leandro “Gordo” Vilches. Ambos fueron condenados en abril del año pasado en un juicio oral de la Justicia ordinaria local, Cantero a 22 años de prisión por homicidio y como jefe de una asociación ilícita, y Vilches a 11 por el último delito.
De acuerdo al nuevo procesamiento, los dos organizaron desde sus lugares de detención la venta de marihuana en el sur de Rosario entre noviembre de 2015 y diciembre de 2016.
La investigación determinó que Cantero enviaba órdenes para continuar el negocio narco a través de Juan Javier Granelli, un hombre que reside en la localidad santafesina de Casilda, fue candidato a senador provincial y manejaba dos portales digitales de noticias.
Según la resolución, Cantero conoció a un joven llamado Joel David Pucheta en la cárcel de Piñero, cuya pareja, Jimena Villalba, comercializaba drogas. El vínculo entre ambas líneas de venta, la de Pucheta y la de Cantero, era una mujer llamada Adriana González, alias “La Vieja”, quien mantenía contacto con “Los Monos” a través de Granelli, el delegado de “Guille” en el exterior.
De acuerdo a la investigación, Granelli sufrió un accidente en moto y dejó de ir a lo de González, quien cambió de proveedor. Entonces, “se registra una conversación entre Juan Javier Granelli y Cantero en la que el primero le comenta que ‘La Vieja’ no estaba vendiendo nada, que ella estaba acostumbrada a comprarse lo de ella y venderlo, Cantero le dice que hable bien con ella para no perder la casa en la que está trabajando”, señala el fallo al que accedió Télam.
Enterado del asunto, Vilches –que estaba preso- le pidió a Granelli que fuera hasta la casa de la mujer y se la pusiera al teléfono. Entonces, se registró una escucha en la que Vilches se presentó como “el muchacho que está preso, le habla el dueño de las cosas” y le explica a González: “Yo soy un muchacho serio, no me gustan las agachadas. Vamos a laburar, vamos a hacer las cosas bien, le va a salir bien a usted y me va a salir bien a mí”.
Luego, Vilches la amenaza: “Si usted quiere laburar bien conmigo y hacer plata, yo sé hacer plata y estar tranquilo (…) Pero si usted no quiere vender más, yo mañana le pongo uno en la calle que esté vendiendo ahí y no va a vender nadie igual doña”.
“No es que yo le estoy tirando la bronca a usted”, le dice el ladero de Cantero y agrega: “El problema lo va a tener igual doña si usted no trabaja con nosotros, eso lo que usted no entiende”.
Más adelante, vuelve a repetir: “Si usted quiere hacer plata, vamos a hacer plata, si usted quiere tener problemas a mí me encanta los problemas. Usted hable ahí con el muchacho Juan y me dice y vamos a hacer las cosas bien; si usted quiere hacer las cosas mal la hacemos mal también”.
El juez Bailaque consideró en su resolución que “su papel de líderes se revela en el dominio territorial que ejercen con intimidaciones que ejecutan por sí mismos y por intermedio de otras personas, y en el conocimiento que tienen hasta del eslabón más inferior de la cadena de tráfico de estupefacientes”.