La neuróloga Cecilia Molaro habló con CLG sobre las consultas que llegaron a raíz de la pandemia y dejó recomendaciones para hacerle frente a esta etapa de confinamiento
La cuarentena producto de la pandemia de coronavirus lleva más de 200 días en Argentina. Parece lejos aquel 20 de marzo cuando las autoridades nacionales decretaron esta medida para contener el virus pandémico. Con idas y vueltas se llegó a octubre con un aislamiento que si bien es menos riguroso, sigue teniendo actividades prohibidas que eran fundamentales para la vida social de los argentinos, como las reuniones familiares o salas de cines. Sumado al desgaste social que acarrean las recomendaciones de salud, es decir, la distancia social.
CLG tomó este contexto y dialogó con la neuróloga Cecilia Molaro, que además es voluntaria de Alma Rosario (la ONG que trabaja con la familia de los pacientes con Alzheimer), para analizar cómo viene adaptándose la sociedad a esta nueva normalidad.
La profesional contó que día a día se ven los problemas producto de la pandemia y que es muy marcado el incremento en «índices de ansiedad, empeoramiento de cuadros de depresión y pánico de salir a la calle».
Estos diagnósticos están acompañados por la importante «influencia de los medios de comunicación y por el aislamiento» debido a que conlleva a tener «menor contención ya que tenemos menos contacto con los seres queridos».
Estos problemas se pueden observar en todas las edades, advirtió Molaro, aunque destacó que a los más pequeños les afecta más «el cambio de rutina y la pérdida de contacto social».
Además del coronavirus, en Rosario se respira humo. Los incendios de las islas del Delta del Paraná son constantes y también juegan su papel en el deterioro cognitivo. «Tras los estudios a nivel mundial, los índices indican que la contaminación influye, y que a partir de allí se puede sufrir un deterioro cognitivo y demencia en la vejez», remarcó la neuróloga.
Al participar activamente de la ONG Alma Rosario, Cecilia Molaro tiene estrecho contacto con pacientes y familiares relacionados con el Alzheimer. En tiempos de virtualidad Alma Rosario se adaptó y siguió su acompañamiento, dedicado a los familiares, de manera remota.
En septiembre se conmemoró el mes del Alzheimer y desde la ONG rosarino lanzaron el eslogan «No es la edad, es demencia».
Molaro explicó que «la demencia es una enfermedad del cerebro que disminuye las funciones de control de la conducta a través del tiempo y genera que necesite cada vez más asistencia para vivir».
En este sentido, indicó que los primeros indicios de esta enfermedad en personas de 60 años se da con «olvidos» y en las personas más jóvenes se «estudia los estados de ánimos debido a la sobrecarga de actividades».
Frente a esto la neuróloga recomendó no cargarse de tareas, realizar actividad física y/o una dieta ordenada, mantener la sociabilización, al menos de manera remota, y dormir de manera correcta. Así como también «desconectarse» de las pantallas antes del descanso nocturno o evitar beber café, gaseosa o alcohol por las noches.
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