El sentenciado es un hombre de 35 años, oriundo de Alto Verde. La pena fue resuelta por unanimidad
Un hombre de 35 años, cuyas iniciales son AAG, fue condenado a 16 años de prisión por haber abusado sexualmente de su propio hijo menor de edad en Alto Verde. La sentencia fue resuelta por unanimidad por el tribunal integrado por los jueces Sandra Valenti, Sergio Carraro y Jorge Patrizi en el marco de un juicio oral que finalizó hoy en la ciudad de Santa Fe. La fiscal que representó al MPA en el debate es Alejandra Del Río Ayala, quien también estuvo a cargo de la investigación de los ilícitos.
“Si bien los jueces aún no dieron los fundamentos, estamos muy conformes con la sentencia”, destacó Del Río Ayala. “La condena fue impuesta por la misma cantidad de años de prisión que habíamos solicitado en nuestros alegatos. Además, los jueces también entendieron que la calificación penal que habíamos atribuido era la indicada”, agregó.
La representante del MPA aclaró que “el hombre de 35 años fue condenado como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y promoción a la corrupción de menores, ambos calificados por el vínculo y por la convivencia”.
“La investigación de los ilícitos fue muy compleja y larga”, reconoció la fiscal. “La víctima tuvo que atravesar un proceso en el que intervinieron múltiples actores públicos”, añadió.
Del Río Ayala explicó que “no hubo relato del niño y ello generó la necesidad de buscar pruebas diferentes a las que habitualmente se presentan en este tipo de investigaciones”. No obstante, la representante del MPA agregó que “a pesar de esa dificultad, pudimos llegar a juicio, los jueces vieron más allá del relato explícito de la víctima e impusieron la condena del acusado”.
“Los hechos que investigamos ocurrieron entre el 16 y el 17 de agosto de 2017, en una vivienda ubicada en Alto Verde en la cual convivían el acusado, su pareja y tres hijos”, detalló la fiscal. “La víctima es uno de esos niños, a quien el hombre agredió sexualmente aprovechando la situación de convivencia y la relación que los unía”, agregó.
Del Río Ayala también precisó que “la investigación se inició a partir del llamado al servicio de 911 que hicieron los directivos de la escuela a la que concurría la víctima, luego de que el niño sufrió –en el ámbito escolar– un episodio coincidente con un probable abuso sexual”.
“Fue muy importante el trabajo conjunto que se llevó a cabo con el personal policial y con las docentes y directivos de la institución educativa. Además, se hicieron pericias genéticas y contamos con el testimonio de profesionales de la salud física y mental que brindaron asistencia al niño”, subrayó la fiscal. En tal sentido, hizo hincapié en que “si bien la víctima nunca pudo ser entrevistada en cámara Gesell a raíz de su imposibilidad de hablar de lo que sufrió, igualmente pudimos avanzar en la investigación y llegar a este juicio en el que se impuso la condena”.