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Con el futuro del planeta en juego, comienza en Glasgow la conferencia de clima COP26


La cumbre impedir que el calentamiento global supere este siglo los 1,5°C respecto de los niveles preindustriales

La conferencia de la ONU sobre clima COP26 abrió este domingo en Glasgow, Reino Unido, puntapié inicial de dos semanas de intensas negociaciones diplomáticas entre casi 200 países consideradas la «última oportunidad» para lidiar con el desafío común del cambio climático y evitar sus devastadores efectos para la naturaleza y la humanidad.

Luego de la apertura formal, funcionarios mantuvieron hoy discusiones sobre cuestiones de procedimiento antes de que líderes mundiales, entre ellos el presidente Alberto Fernández, se reúnan en la mayor ciudad de Escocia para presentar sus compromisos de reducción de emisión de los gases responsables del llamado efecto invernadero.

La conferencia y la cumbre de dos días que comienza mañana, a la que también asistirá el presidente estadounidense, Joe Biden, buscarán resolver las cuestiones que quedaron pendientes desde el Acuerdo de París de 2015, para impedir que el calentamiento global supere este siglo los 1,5°C respecto de los niveles preindustriales.

Científicos dicen que las posibilidades de alcanzar esa meta, acordada en la capital francesa hace seis años, se están evaporando.

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El mundo ya se ha calentado más de 1,1°C, y las proyecciones actuales basadas en los planeados recortes de emisiones de gases para la próxima década indican que se calentará 2,7°C. para el año 2100.

La cantidad de energía liberada por tal calentamiento del planeta derretirá gran parte de los hielos del mundo, elevará el nivel de los mares y hará más probables fenómenos climáticos extremos, han advertido los expertos.

«La COP26 es nuestra última y mejor esperanza para mantener al alcance el objetivo de los 1,5°C.» de calentamiento del planeta, dijo hoy el presidente de la COP26, el británico Alok Sharma, en la ceremonia de apertura.

El impacto del cambio climático ya se está sintiendo en forma de «inundaciones, ciclones, incendios forestales, récords de temperatura. Sabemos que el planeta que compartimos esta cambiando para peor», prosiguió.

«Si actuamos ahora y actuamos juntos, podemos proteger nuestra preciosa promesa y asegurarnos de que donde París prometió, Glasgow cumple», agregó el diputado conservador.

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El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, advirtió la semana pasada del dramático impacto que excederse en las metas fijadas en París tendría sobre el planeta, aunque se mostró optimista en que el mundo va en la dirección correcta.

Estados Unidos es el segundo mayor contaminador del mundo, actualmente por detrás de China, aunque históricamente es el responsable de la mayor cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

India, el tercer mayor emisor del mundo, aún debe seguir los pasos de China, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y fijar su meta para alcanzar las cero emisiones, también llamada neutralidad de carbono.

Negociadores esperan que el primer ministro indio, Narendra Modi, haga ese anuncio en Glasgow.

Algunos de los asuntos a discutir hasta el 12 de noviembre en Glasgow han estado en agenda durante décadas, incluyendo cómo los países ricos pueden ayudar a los más pobres a recortar emisiones y adaptarse a un mundo más caluroso.

El lento ritmo de las acciones para combatir el cambio climático ha indignado a muchos ambientalistas, que tiene previsto realizar ruidosas protestas en coincidencia con la conferencia y la cumbre.

«Las emisiones globales todavía van en aumento», afirmó hoy la activista ambiental sueca Greta Thunberg, quien llegó ayer al Reino Unido para estar en Glasgow y liderar algunas de las manifestaciones esperadas.

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«En 2021 está proyectado que registraremos el segundo mayor incremento de emisiones hasta ahora. Eso es un claro signo de que aún nos movemos en la dirección equivocada», agregó la joven de 18 años en declaraciones a la cadena BBC.

El primer ministro británico, Boris Johnson, anfitrión de la COP26, dijo hoy que el evento será «el momento de la verdad para el mundo».

«La pregunta que nos hacemos es si vamos a aprovechar este momento o se no va a escabullir», dijo Johnson desde Roma, donde participó de la cumbre del G20, que tuvo al cambio climático entre sus principales temas.

También en Roma, el príncipe Carlos de Inglaterra advirtió hoy a los líderes del G20 que la reunión de dos semanas en Glasgow será «la última oportunidad» para contener el calentamiento global.

El heredero al trono británico, quien desde hace años promueve el ambientalismo, dijo que las economías más grandes del mundo y los mayores emisores de gases del efecto invernadero tienen «una abrumadora responsabilidad para con las próxima generaciones».

La pandemia de coronavirus -que forzó el año pasado la cancelación de la COP de Glasgow- y la gran sacudida económica y social que supuso el confinamiento ha alterado profundamente el tablero diplomático, y algunos actores importantes, como el presidente chino Xi Jinping o el ruso Vladimir Putin, han optado por no acudir a la cita.

China, que emite más de una cuarta parte de gases de efecto invernadero, reveló sus nuevos compromisos esta semana, al asegurar que quiere alcanzar la neutralidad carbono (igual cantidad de emisiones y retenciones) de aquí a 2060.

Pero oficialmente la comunidad internacional se había fijado esa meta para 2050 -algo que Biden ratificó este año para el caso de Estados Unidos- para que el planeta no entre en un escenario climático imprevisible.

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Comprometerse con fechas comunes, con reglas de control mutuamente obligatorias, ser transparentes en la lucha contra el cambio climático, es otro gran objetivo de Glasgow.

El tercero es el compromiso de los países industrializados a ayudar anualmente con 100.000 millones de dólares a los países pobres para que logren mitigar y adaptarse al nuevo clima.

Esos 100.000 millones ya estaban comprometidos en principio para 2020. Faltan aún 20.000 millones, según cálculos del club de países ricos, la OCDE, pero Canadá y Alemania han anunciado un compromiso para que los países ricos normalicen la situación de aquí a 2023.

Falta también un acuerdo en materia de mercados de carbono, un complejo mecanismo para que los países puedan intercambiar cuotas de emisiones.