Divididos en varios equipos, buscan medir y proyectar cómo se puede ir recuperando orgánicamente el humedal, y en el caso que se sigan provocando incendios, contar con datos precisos para mitigar el daño ocasionado
Investigadores de la Universidad Nacional de Rosario están trabajando en el humedal del Río Paraná para medir el impacto ambiental y las consecuencias que tuvieron los persistentes incendios en la zona.
Para poder llevar adelante la investigación, se propuso realizar un monitoreo, caracterización y cuantificación de los efectos de los incendios y la recuperación del humedal a través de la conformación de un equipo transdisciplinar.
Aristides Pochettino, Director de la Plataforma de Estudios Ambientales y Sostenibilidad de la UNR, la cual está radicada en el Centro de Estudios Interdisciplinarios (CEI), manifestó que la investigación será llevada por expertos divididos en grupos que trabajarán en tres grandes tópicos: la biodiversidad genética del agua, la fertilidad del suelo y la reaparición de flora y fauna.
“Estamos realizando la investigación en la Isla ‘Los Mástiles’, que se ubica enfrente de la Reserva Natural de Granadero Baigorria. La idea es que este estudio se pueda llevar a cabo en varios puntos del humedal. Si bien es un proyecto que buscamos sostener por los próximos 2 años, es necesario obtener las muestras y los primeros resultados prontamente”, comentó Pochettino.
Pochettino explicó que se decidió trabajar por el momento en esta isla en especial a causa de diversos factores. Por un lado la accesibilidad, ya que al estar tan bajo el río se hace imposible llegar a otros puntos, mientras que también, es que es un tramo del humedal donde conviven zonas que fueron alcanzadas por el fuego y otras que no. “Esto le permite a los investigadores comparar directamente, poder contar con valores más precisos”.
En el primero de los viajes a la isla se realizó un relevamiento del terreno por parte de miembros de todos los grupos de investigación con el fin de asentar donde se iban a tomar las pruebas y en el segundo ya comenzaron a investigar los grupos encargados del análisis del suelo y del relevamiento de la flora y fauna. “En esa ocasión, se marcó el terreno con gps para saber en qué lugar específico se tomaron las muestras, cuestión importante para el futuro porque permite volver al mismo lugar y trabajar con alta precisión”.
En el tercer viaje, fue el turno de los investigadores abocados a estudiar la biodiversidad genética del agua, quienes pertenecen al laboratorio mixto de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmaceúticas que está ubicado en el Acuario.
“La idea es que el muestreo se haga en un curso de agua interno afectado y en uno que no haya llegado el fuego. Se buscará realizar 3 muestras de agua sobre la orilla y 3 en zonas más profundas, generando una muestra total de unos 12 litros de agua superficial por cada sitio y así comparar cómo ha modificado a causa de los incendios y como se puede llegar a ir solucionando”, argumentó Venina Villanova, responsable del equipo.
Todos los grupos ya tienen experiencia de trabajar dentro del humedal, porque anteriormente ya habían realizado de manera independiente otras investigaciones en la zona. En este caso, la idea es poder llevar adelante un trabajo planificado conjuntamente y combinar parámetros para poder producir una foto más integral.
De las labores de investigación también participará el grupo de etología de la Facultad de Ciencias Agrarias, quienes se especializaron en el estudio de los insectos. “Van a colocar equipos de captura de insectos, que vendrán a ver periódicamente, para poder ver la evolución de los mismos y cómo los afectó la destrucción del hábitat. Se trabajará intensivamente en este punto, para poder ver que dejó el incendio en esta faceta y como se va recuperando”, manifestó Pochettino.
Pochettino detalló que se está buscando conocer si se necesita realmente intervención o no en la recuperación del humedal. “Para esto, se puso un plazo de cuatro meses. Hay zonas que administran su propia recuperación y que a veces la intromisión del ser humano sólo empeora las cosas. Es importante porque se va a brindar datos concretos para que puedan ser tomados en la construcción de una futura política pública de preservación del humedal”.
Los investigadores apuntan a medir y proyectar cómo se puede ir recuperando orgánicamente el humedal, y en el caso que se sigan provocando incendios, poder contar con datos certeros previos. “Queremos tener registrado específicamente el lugar para poder medir impactos futuros. Toda la batería de estudios que se van a hacer sobre un sector sirven para mensurar el daño. La idea es seguir avanzando por todo el humedal y, en el caso que se vuelvan a producir quemas, las autoridades tengan las herramientas para trabajar”, concluyó el Director de la Plataforma de Estudios Ambientales.
Fotos y texto: UNR