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ARA San Juan: a tres años del hundimiento, familiares confían en obtener «verdad y justicia»


El 15 de noviembre de 2017 el submarino argentino se hundió en lo profundo del Océano Atlántico con 44 personas a bordo. El padre del único santafesino de la tripulación habló con CLG

Por Matías Gregorio

Este domingo se cumplen tres años del hundimiento del submarino ARA San Juan, el buque de la Armada Argentina que naufragó en aguas del Atlántico Sur a más de 500 kilómetros de la costa argentina con 44 personas a bordo y que fue hallado un año después muy cerca del punto de desaparición, a 907 metros de profundidad. La causa que investiga lo sucedido avanza en la Justicia Federal, mientras se presentaron otras denuncias, una por espionaje ilegal contra los familiares de los tripulantes y otra por encubrir la ubicación del buque. CLG dialogó con Jorge Lucio Suárez, padre de Germán Oscar Suárez, cabo primero que trabajaba como sonorista en el sumergible y único santafesino a bordo de la nave.

El 15 de noviembre de 2017, el sumergible argentino, que no estaba en condiciones de navegar ya que presentaba varias fallas de gravedad e incluso había tenido problemas en viajes anteriores, realizaba la misión de controlar y vigilar el mar continental a unos 550 kilómetros al este de Comodoro Rivadavia, cuando en medio de una gran tormenta sufrió un desperfecto en uno de sus tanques de batería (lo que impulsa la nave cuando se encuentra sumergida) e implosionó, precipitándose sin control hacia las profundidades marinas y colapsando a 907 metros de profundidad, con todos sus tripulantes a bordo.

Tres años después, la causa, que está a cargo de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez -quien cursa un pedido de juicio político por el presunto mal desempeño que habría cometido durante la investigación e incumplimientos en sus deberes-, tiene procesados a seis altos mandos de la Armada por los delitos de estrago culposo agravado por el resultado de muerte en concurso ideal, incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de deberes de oficio, con una pena máxima de cinco años de prisión. Ellos son: Jorge Andrés Sulía, ex jefe de Logística del Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS); Hugo Miguel Correa, ex jefe de Operaciones del COFS; Héctor Alonso, ex jefe de Estado Mayor del COFS; Luis Enrique López Mazzeo, titular del Comando de Adiestramiento y Alistamiento; Claudio Villamide, comandante de la Fuerza de Submarinos y Eduardo Luis Malchiodi, ex jefe de Mantenimiento y Arsenales de la Armada.

Pero las tres querellas, que incluyen las representaciones de Luis Tagliapietra, Valeria Carreras y Fernando Burlando, apelaron los procesamientos en febrero pasado, ya que la jueza federal había rechazado el pedido de imputar al ex presidente Mauricio Macri, a Aguad, su ministro de Defensa, y al entonces jefe de la Armada, Marcelo Srur. Además, consideraron que se debían agravar las imputaciones sobre los seis marinos.

La Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia -integrada por los jueces Javier Leal de Ibarra, Aldo Suárez y Jebe Corchuelo de Huberman- dio inicio en las últimas semanas a las audiencias de apelación, donde la novedad fue que el fiscal Norberto Bellver adhirió al pedido de las querellas para que se cite a prestar declaración indagatoria a Macri y Aguad para responder por los delitos imputados por el hundimiento del submarino y la muerte de los 44 tripulantes. Ahora los magistrados tendrán que tomar una decisión.

«Esta vez el aniversario del hundimiento llega con mucho dolor porque más va avanzando la causa más vamos sabiendo lo que hicieron, pero con fe porque vamos a tener justicia», aseguró Jorge Suárez ante CLG. «Están hasta las manos», agregó el padre de Germán, y destacó el trabajo de Tagliapietra, quien lo representa, al sostener que en la audiencia de apelación expuso durante cuatro horas, donde «dejó a todos boquiabiertos» y luego el fiscal pidió el procesamiento de Macri y Aguad, «por lo que no hay mucho más para comentar».

Germán Suárez nació en el barrio Sargento Cabral de la ciudad de Santa Fe. El cabo primero que trabajaba como sonorista en el sumergible marchó hacia Buenos Aires al terminar la secundaria, donde se graduó con el título de Técnico Informático. Allí se instaló y estudió en la Escuela de la Armada, donde se formó como submarinista. Ocho años atrás comenzó a vivir en Mar del Plata, junto con su mujer María Itatí, recordada por sus intervenciones frente a los familiares en los días de angustia que le siguieron a la desaparición del 15 de noviembre.

«Era un excelente hijo y un gran compañero», contó Jorge desde la capital provincial, y relató sus sentimientos a tres años del naufragio: «El dolor es un cuchillo que te tiene atravesado el estómago y sólo va a parar de girar cuando tu corazón deja de latir, pero esta vez vamos por verdad y justicia para que los muchachos descansen en paz y nosotros tengamos paz». Y agregó: «Me despertaron a las 3.30 de la mañana, y desde aquel 17 de noviembre de 2017 hasta este domingo no puedo conciliar el sueño, si duermo tres horas es mucho. Me quedó algo muy feo que no se lo deseo a nadie».

Espionaje ilegal y encubrimiento

En septiembre pasado, la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, presentó ante la Justicia Federal de Mar del Plata una denuncia por presunto espionaje ilegal realizado durante el gobierno de Mauricio Macri sobre familiares de los tripulantes del ARA San Juan, en momentos en el que el submarino aún permanecía desaparecido, entre enero y junio del 2018.

La presentación de la AFI terminó de confirmar lo que desde un principio sospechaban los familiares. De hecho, dos años atrás Jorge Suárez daba detalles ante este medio del espionaje ilegal que les estaban realizando: «Nos pincharon los teléfonos y nos borraron los mensajes de WhatsApp que teníamos con ellos en el transcurso que viajaron. Mi hijo mandó fotos y audios a la madre y desaparecieron. ¿Cómo hacés para eliminar los mensajes estando debajo del mar?», se preguntaba en ese entonces.

«Nosotros ya sabíamos lo que nos estaban haciendo», expresó Jorge, y expuso: «Una vez que implosionó el submarino y se hundió, pensaron que nos podían mentir, incluso el mismo ex jefe de la Base Naval de Mar del Plata, el almirante Gabriel González, dijo en la causa que Srur y Aguad lo obligaban a mentir, pero se les fue de las manos porque pensaron que nos íbamos a ir a nuestras casas después de un mes, pero no fue así, se empezó la lucha y los familiares quebramos a la Armada».

Por otro parte, el contralmirante Enrique López Mazzeo, ex comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, declaró en las audiencias de apelación que el gobierno nacional ocultó a los familiares y a la opinión pública que habían ubicado al submarino el 5 de diciembre de 2017.

De acuerdo con los dichos de López Mazzeo, veinte días después de la desaparición del submarino se tuvo conocimiento sobre la posición de un objeto con características similares. El dato fue aportado por el comandante del buque chileno Cabo de Hornos. Dada la profundidad en la que se encontraba, la zona debía ser explorada por un vehículo submarino autónomo. López Mazzeo sostuvo que la Armada Británica ofreció sus servicios.

“Cuando vean toda la documentación, se van a dar cuenta de que nosotros, cuando tuvimos que firmar el mensaje más doloroso en toda mi carrera, que fue el cierre del caso SAR (el operativo internacional de búsqueda del ARA San Juan), teníamos detectada la posición del submarino y por eso habíamos coordinado con la Marina Británica, el 5 de diciembre (de 2017), el pedido de un vehículo autónomo, porque sabíamos que podía estar únicamente en dos cañadones, que era lo que no podíamos verificar con todos los medios internacionales requeridos”, declaró días atrás el oficial de la Armada.

El lugar era el mismo en el cual se encontró el submarino, pero -por razones que se deben investigar-, recién se lo dio por encontrado el 16 de noviembre de 2018. Luego de esa declaración, la abogada Valeria Carreras, que representa a 26 familias de los submarinistas, denunció a Macri y Aguad por presunto encubrimiento del hundimiento del ARA San Juan. Sobre esto, Jorge Suárez manifestó que «la Armada supo siempre donde estaba el submarino». «Lo confesó Lopez Mazzeo, los hundió a todos y se hundió él también, es traición a la patria», aseveró.

El padre de Germán participará de un acto para honrar a los tripulantes este domingo a las 9.30 en el Puerto de Santa Fe, donde se montó una réplica del ARA San Juan hecha por alumnos de la escuela Avellaneda, donde se recibió su hijo. A su vez, la ceremonia oficial se llevará a cabo a las 10 en la Base Naval de Mar del Plata y contará con la presencia de funcionarios nacionales y familiares de los tripulantes, quienes recibirán el Pabellón Nacional, Jinetas y Espadas correspondientes al ascenso post mortem de los submarinistas. Por último, a las 12.15 las familias realizarán su propio acto virtual, que transmitirán a través de distintas plataformas digitales.