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¿Cómo tratar la metástasis en los huesos?


Se puede realizar un abordaje sistémico o más localizado para el tratamiento; dependiendo del tipo de cáncer inicial, el estado clínico del paciente y la disponibilidad en el lugar

El portal especializado mejorconsalud.com explica en qué consiste la metástasis en los huesos y los síntomas, para luego profundizar y comprender las diversas modalidades de tratamiento.

La metástasis en los huesos o metástasis ósea es la evolución de ciertos cánceres a una complicación grave que incide en el estadio de la enfermedad. Básicamente, consiste en el traslado de células neoplásicas desde un tumor en algún órgano a un hueso.

Debemos remarcar que la metástasis en los huesos no es la presencia de un cáncer óseo primario. Es decir que la enfermedad no se inició en el tejido óseo, sino en otro órgano, como por ejemplo la mama o los pulmones.

Podemos decir que todos los huesos pueden ser receptores de una metástasis, aunque se registran con más frecuencia en la columna vertebral y en los huesos largos. Esto tiene que ver con la forma en que la circulación sanguínea y linfática drena sus líquidos.

Una vez instalada una célula neoplásica de otro origen en un hueso, comienza un proceso de replicación en este nuevo lugar. La metástasis ósea suele producir sustancias que estimulan a las células del tejido óseo: los osteoblastos y los osteoclastos. Esta estimulación es excesiva y el tejido sufre las consecuencias.

Alrededor de las metástasis en los huesos el tejido se vuelve débil por la acción de los osteoclastos, o se endurece por acción excesiva de los osteoblastos. Cualquiera de los dos procesos es nocivo.

También, la mayoría de los cánceres pueden dar metástasis, pero se registran con mayor prevalencia en las neoplasias de mama y de próstata. Una vez instalada, los síntomas se mezclan entre aquellos producidos por el tumor primario y los nuevos originados en el avance metastásico.

Síntomas de las metástasis en los huesos

Las metástasis en los huesos comparten síntomas comunes, más allá del diferente tumor primario que las origine. Entre los signos habituales tenemos:

Dolor: es el síntoma característico de las metástasis óseas. Puede ser un dolor persistente o no. En algunos pacientes se exacerba con el movimiento, y en otros está presente en todo momento, aún en reposo, lo cual dificulta su tratamiento.
Fracturas: como ya adelantamos, las metástasis en el tejido óseo debilitan el hueso. Un hueso débil es más susceptible de romperse y fracturarse ante mínimos esfuerzos. En los pacientes oncológicos es fundamental el cuidado de los traumatismos, de manera que se puedan prevenir fracturas.
Hipercalcemia: la herida que causa la metástasis en el tejido óseo produce liberación de calcio a la sangre. Al aumentar los niveles, se manifiestan síntomas derivados de ello, como la constipación, la falta de apetito y la poliuria –orinar mucho. Sin apetito y volúmenes excesivos de orina se puede llegar a la deshidratación.
Compresiones: uno de los lugares habituales de metástasis ósea es la columna vertebral. Las vértebras dañadas pueden achicar su tamaño, encimarse unas con otras y cambiar de posición. En estos procesos es posible que los nervios o la propia médula espinal se pincen.

Tratamiento de las metástasis en los huesos

Hay dos formas de abordar el tratamiento de las metástasis en los huesos. Se puede hacer un abordaje sistémico o más localizado. La elección dependerá del tipo de cáncer inicial, el estado clínico del paciente y la disponibilidad que exista de estos tratamientos en el lugar. Veamos algunos.

Opciones sistémicas
Quimioterapia: es el empleo de medicamentos que interrumpen algún proceso de las células tumorales. Es probable que sea la terapia más elegida.
Radioterapia: a través de una radiación emitida por un equipo especial, se penetra el organismo para destruir células cancerosas. La cantidad de sesiones y la dosis de la radioterapia varían de paciente a paciente. Suele ser bastante eficaz para controlar el dolor de las metástasis óseas.
Terapia hormonal: es el uso de medicamentos que bloquean hormonas particulares. Son una terapéutica que se aprovecha en el cáncer de mama y en el de próstata.
Inmunoterapia: también con medicamentos, pero en este caso son fármacos producidos para emular funciones del sistema inmunitario.
Radiofármacos: en este caso la radiación se emite desde el interior del organismo, y no con un equipo desde fuera. Los radiofármacos se inyectan en el cuerpo del paciente, viajan hacia las metástasis óseas, y allí irradian las células tumorales, estando al lado de ellas.

Opciones adyuvantes y localizadas
Bifosfonatos: los bifosfonatos bloquean la acción de los osteoclastos para evitar que sigan destruyendo el hueso sano.
Denosumab: con una acción parecida a los bifosfonatos, el denosumab bloquea también los osteoclastos. Su mecanismo de acción final es diferente a los otros, pero el resultado final es similar.
Vertebroplastia: cuando la metástasis en los huesos se localiza en la columna vertebral, existe la alternativa de una inyección directa de pegamento óseo de rápida acción. Este procedimiento es la vertebroplastia, y su eficacia es bastante alta para calmar el dolor.
Cirugía: por último, el tratamiento quirúrgico está disponible cuando se cumplen ciertas condiciones. Si la metástasis es accesible, se puede operar y quitar, lo que ayuda a extraer esa sección.

Actuar frente a las metástasis en los huesos
La aparición de una metástasis ósea es una complicación importante en el trayecto de una patología oncológica. Es fundamental que el paciente esté controlado por un equipo de profesionales capacitados y actualizados que le ofrezcan las mejores alternativas disponibles. Con las nuevas opciones terapéuticas disponibles es posible mejorar la calidad de vida de las personas con neoplasia metastásica.

Fuente: mejorconsalud.com