Ciudad

Comerciantes volvieron a manifestarse contra las restricciones del gobierno


Fotos: Fernando Der Meguerditchian

Trabajadores se congregaron en Sarmiento y Córdoba para pedir la reapertura de actividades. “Vivimos de la diaria, con las persianas bajas no tenemos para comer”, aseguraron a CLG Radio

Una nueva manifestación contra las restricciones del gobierno provincial, anunciadas el pasado viernes por la noche, se hizo escuchar este lunes en la esquina de Córdoba y Sarmiento, el corazón de la peatonal. Comerciantes y diversos trabajadores pidieron la marcha atrás de la medida y realizaron un desesperado pedido, ya que aseguraron: “Vivimos de la diaria. Con las persianas bajas no tenemos para comer”.

Con carteles y pancartas que rezaban frases como “Nos están matando” y “Yo no cierro mi negocio”, comerciantes se manifestaron contra el retroceso de fase en varios departamentos de la provincia, que los obligó a bajar las persianas durante 14 días.

“Nosotros somos muy respetuosos de las decisiones. Respetamos la cuarentena y tenemos el mismo miedo por el virus que todos. Pero vivimos de la diaria, no tenemos para comer así”, indicó una manifestante ante los micrófonos de CLG Radio.

“Nos hacen cerrar y no tenemos para comer. El pedido es para el intendente y el gobernador. Les pedimos que tengan en cuenta que no hubo un solo contagio en ningún bar ni comercio. Queremos que nos permitan abrir como era en un principio, de 13 a 18, como empezamos a hacer en fase 3”, continuó.

Al respecto, expresó: “Eso tampoco soluciona nada, porque estamos trabajando a un 30 o 40%, que no nos alcanza ni para pagar la luz. Necesitamos trabajar, necesitamos ayuda”.

“No somos millonarios, somos laburantes. Trabajamos. Yo no sé hacer otra cosa. A mí si me dejás sin trabajar me dejás sin mi entrada diaria y me dejás sin comer. ¿Dónde está mi bolsón de comida? ¿Dónde está la ayuda del Estado? Están dejando de lado a una clase trabajadora”, aseveró.

“No recibimos ayuda. No nos condonan ni impuestos ni servicios. Francamente estamos desesperados y tenemos un grado de angustia tremendo. Tengo miedo. A mí a lo mejor no me va a matar el coronavirus, pero me va a matar la angustia. Hace cinco meses y medio que estamos así y no tenemos más espalda. Nos comimos los ahorros”, cerró la comerciante.