“Cuando la Guardia Urbana se va, cerca de las 20, empiezan los problemas”. Así definieron los comerciantes del centro la situación que se vive cuando cae la noche en Rosario. La cantidad de robos y arrebatos sigue aumentando y es por eso que este miércoles se reunieron para proponer “nuevas estrategias” y así tener mayor seguridad.
En el restaurante El Gigante, varios vecinos de la zona, propietarios y empleados de locales comerciales se reunieron para analizar las problemáticas que viven día a día. Quien encabezó el encuentro fue el titular de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta.
“La idea fue juntarnos los vecinos y comerciantes de las cuatro manzanas que rodean a la esquina de San Martín y San Luis para debatir esta problemática que tenemos desde hace mucho tiempo y a la que, por ahora, no podemos encontrarle solución”, afirmó Acosta.
“Nos reunimos para analizar propuestas y nuevas estrategias, habida cuenta de las situaciones de robo que se vienen sufriendo. Cuando la Guardia Urbana se va, cerca de las 20, arrancan los problemas. Por eso estamos analizando la posibilidad de, entre nosotros, pagar adicionales a agentes de la policía para lograr tener un centro más seguro, al menos los fines de semana”, continuó.
Asimismo, Pablo Moreno, dueño de un local comercial, apuntó: “Necesitamos la seguridad porque vivimos intranquilos. Tenemos mucho desgaste porque estamos constantemente vigilando. De todas maneras, creo que con un poco más de iluminación y de presencia policial se podrían solucionar muchos problemas”.
“Después de las 9 de la noche esta empieza a ser una zona desierta. No hay movimiento y hemos tenido casos de robos y arrebatos. Necesitamos que haya más seguridad para tener más confianza a la hora de movernos. Los días de semana tenemos seguridad, pero a veces no basta”, completó.
En las próximas horas habrá una nueva reunión con la policía para avanzar en la propuesta de que haya más presencia en el lapso comprendido entre las 20 y las 2 de la mañana, durante los fines de semana. El costo por hora de cada agente es de $160. Multiplicándolo, el monto total del operativo que se plantea ascendería a unos $5.760, que se financiarían entre los dueños de los locales y los vecinos que planean sumarse.