Una soldado israelí relató lo que es la guerra, tras una escalada de violencia sobre Israel por parte de Hamás
“Sonaban sirenas y caían cohetes por todas partes. Nos dijeron que nos pusiéramos nuestro equipo y que estuviéramos listos en cinco minutos”, dice la cabo Zoharya de las Fuerzas de Defensa de Israel, quien con apenas 19 años y sus pertrechos de combate a cuestas se encuentra en la misión de protección y rescate de civiles en Israel, país que está siendo asediado por una lluvia de cohetes lanzados por el grupo terrorista Hamás.
«Creo que la gente simplemente no comprende la situación en la que vivimos aquí», relató la cabo Zoharya, de 19 años, quien hace cinco meses se unió a las Fuerzas de Defensa de Israel, impulsada por el compromiso de defender su tierra. Una joven más que se suma a las tropas para reivindicar el territorio mundialmente reconocido en la década del 40 y que es permanentemente atacado por las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, el brazo armado de Hamas.
En un breve relato, la joven testimonia lo que es ser soldado en medio de la guerra de Medio Oriente, cruzada por una incertidumbre constante y con una única certeza: proteger a la ciudadanía, a los civiles que minuto a minuto deben correr a los refugios tras las alertas de la sirenas que avisan de cohetes lanzados por Hamás.
El testimonio completo de Zoharya:
«Sonaban sirenas y caían cohetes por todas partes. Nos dijeron que nos pusiéramos nuestro equipo y que estuviéramos listos en cinco minutos. Dejamos los refugios antiaéreos y fuimos tan rápido como pudimos a un edificio que fue alcanzado en Petaj Tikva.
Los coches explotaron. Entramos al edificio medio derrumbado y vimos toneladas de vidrios rotos y destrozados.
Nuestra misión sobre el terreno es ayudar a la mayor cantidad de civiles posible. Fuimos a todas las puertas, para ver que todos hayan logrado salir y para brindar ayuda o asistencia médica de ser necesario.
Me enlisté hace cinco meses. Tengo 19 años, y sigo en entrenamiento. Estos últimos días hemos estado disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Comemos en 10 minutos porque no tenemos idea qué va a pasar.
Creo que la gente simplemente no comprende la situación en la que vivimos aquí. Solo tuve la oportunidad de hablar con mi familia hace unas horas, 9 horas después de que dejamos el edificio explotado, para decirles que estaba bien. Estamos ayudando a las personas y dándoles una sensación de seguridad, y eso hace que todo valga la pena. En tres horas les ayudamos muchísimo».
La Cabo Zoharya, es soldado de enlace para el comandante de pelotón en la Brigada de Búsqueda y Rescate.