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Insólito dato

Colón de Santa Fe y… ¿una señal divina?


 

Colón de Santa Fe arranca un semestre a pura actividad. El Sabalero, que ya viene de avanzar en Copa Santa Fe (ante Central) y Copa Argentina (ante Morón) enfrentará cuatro competencias en las próximas semanas, pero sus rivales en cada una arrojan un dato, cuanto menos, llamativo.

Es que los equipos a los que enfrentará el rojinegro en cada competencia llevan en su nombre consignas religiosas.

Así, los próximos enfrentamientos de los de Santa Fe serán San Jorge (Copa Santa Fe), San Pablo (Copa Sudamericana), San Lorenzo (Copa Argentina) y Patronato de la Juventud Católica (Superliga). ¿Será una señal divina?

Vale recordar que la relación entre Colón y la religión tuvo ya varios capítulos llamativos en el pasado reciente. En 2001, una estatua de la Virgen de Guadalupe de dos metros y medio, donada por el ex técnico Jorge Fossati, fue ubicada en lo alto del estadio Cementerio de los Elefantes, pero lejos de traer ayuda divina, con el paso del tiempo y la suerte esquiva, se levantó la voz entre los jugadores de que la figura era «mufa».

Diez años más tarde, en 2011, la Virgen desapareció como por arte de magia y se suscitó una gran polémica alrededor. Tiempo después, tras una denuncia penal por robo calificado, varios allanamientos realizados y pintadas del estilo «(Ariel) Garcé ateo, devolvé la Virgen», jugadores y cuerpo técnico, encabezados por el mencionado ‘Chino’, capitán del equipo, reconocieron haber sido ellos quienes bajaron la figura.

No obstante, se justificaron diciendo que sus intenciones eran buenas, y que solamente la estaban llevando a un restaurador para que la ponga a punto, cuando se les cayó y se rompió. Alrededor de esta historia todavía gira un gran misterio: ¿quiénes la rompieron? ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde están los restos de la estatua rota?

La investigación judicial apunta a que el propio Garcé pagó la grúa con la que se bajó la figura, que luego fue rota a martillazos en Monte Vera. Tanto el futbolista como Germán Lerche y Marcelo Miglianesi fueron denunciados y debieron pagar una retribución a la Fundación Mateo Esquivo, con la compra de un microscopio molecular.