Ciudad

Clausuran bar por fiesta clandestina en Oroño y Catamarca: 11 detenidos


En el lugar se pudo constatar que había alcohol, música e incumplían el horario de funcionamiento, ya que el hecho se registró alrededor de las 3 de la madrugada

Por Jerónimo Gallay

La Municipalidad de Rosario clausuró este sábado un bar ubicado en la esquina de bulevar Oroño y Catamarca por una fiesta clandestina que se desarrollaba durante la madrugada. Las once personas que estaban dentro del lugar fueron detenidas. CLG dialogó con la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, para conocer más detalles del hecho.

“El reclamo nos ingresó a través del 147 por ruidos molestos. A las tres de la mañana pudimos constatar la situación. Al llegar al lugar habían apagado las luces y cerrado las puertas. La principal estaba trabada con una silla, pero tras la autorización del fiscal interviniente, Gonzalo Fernández Bussy, pudimos ingresar y constar que había 11 personas dentro”, describió Labayru.

Una vez que los agentes de Control de la ciudad pudieron ingresar al bar Ícaro, se encontraron con claros indicios de que se estaba desarrollando una fiesta, porque estaban las copas servidas, había alcohol en distintos lugares y música.

Las 11 personas que estaban dentro del lugar eran seis mujeres y cinco hombres, con edades que van desde los 22 hasta los 37 años.

“Fueron remitidas a la Comisaría 2ª para búsqueda de antecedentes, el fichaje correspondiente y además se secuestró las bebidas alcohólicas y el audio. Luego, se procedió a la clausura preventiva del lugar y el lunes haremos la denuncia penal correspondiente, como hacemos con cada local comercial que incumple las normas, para avanzar un poco más y poder ir contra los titulares de la habilitación, ya que no pudimos constatar si alguno de los detenidos eran los dueños”, explicó la funcionaria municipal.

Ahora, no hay un plazo establecido de duración de la clausura hasta que los titulares se remitan al Tribunal de Faltas para que le hagan el juzgamiento correspondiente. “En función del antecedente que tenga el comercio y la gravedad de la falta, el juez evaluara si además de una sanción económica, le impone la prolongación de los días de clausura”, subrayó la secretaria de Control.

Por último, con respecto al resto del sector gastronómico de la ciudad aseguró que no hubo inconvenientes en las dos primeras noches en que se volvió a una habilitación hasta las 23 horas. “Hubo mucha concurrencia de gente, sobre todo en la zona de Pichincha pero no hubo otros problemas, este bar fue la única excepción”, finalizó Labrayru.