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Cirujanos cubanos extrajeron 32 objetos metálicos del estómago de un hombre


Un hombre de 32 años que sufre un retraso mental severo fue sometido en Cuba a una intervención quirúrgica, en la que se le extrajeron 40 objetos del estómago, entre ellos 32 artículos metálicos como un cortaúñas, unas pequeñas tijeras casi completas y varios pedazos de alambre, informó hoy la prensa estatal. 

El hombre identificado como Leosbani P.L., de la localidad de Bayamo, sufre «retraso mental severo» y durante meses ingirió todo tipo de artilugios, hasta que en junio del año pasado empezó a mostrar síntomas de malestar, de acuerdo a lo publicado en el diario Juventud Rebelde. 

Los objetos extraídos del tubo digestivo del hombre durante la cirugía practicada en el hospital Carlos Manuel de Céspedes fueron un cortaúñas, tijeras, hebillas, fragmentos de acero, pedazos de pestillo, alambres, siete piedras pequeñas, un trozo de vidrio y distintos tipos de metal de hasta 11,5 centímetros de largo, según consigna la agencia Efe. 

«Por las radiografías y otros estudios sabíamos que íbamos a extraer cuerpos extraños, pero jamás imaginamos encontrar tantos y con un tamaño tan sorprendente», dijo la cirujana María Julia Ojeda, que dirigió la operación realizada el último octubre. 

Ojeda señaló que «es difícil de explicar cómo pasaron una cabilla rectangular pesada o la tijerita que se encontraba abierta dentro del estómago». 

En tanto, para el especialista en gastroenterología Yoel Ricardo Serrano, de ese mismo hospital, «es muy raro que hayan pasado por el esófago tal cantidad de objetos sin perforarlo», pues «ese órgano no tiene un diámetro muy amplio y a veces se daña hasta con una espina de pescado». 

Los objetos extraídos pesaron más de medio kilo, según Ojeda, quien aseguró que en cuatro décadas de trabajo nunca había visto un caso similar. 

El hombre, que reside con su madre y su abuela, recibió el alta médica en noviembre y se encuentra totalmente recuperado, asegura el artículo de prensa.  

Una tía de Leosbani, Ivia López, declaró que su sobrino recuperó el apetito poco después de la operación «y sorprendió a sus allegados cuando expulsó en el baño otro fragmento de pestillo que no había podido ser extraído».