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Científicos argentinos avanzan en el conocimiento del sistema inmonológico


Investigadores de Conicet descubren un mecanismo sintonizador de la respuesta inmunológica durante el envejecimiento

Científicos argentinos realizan importantes avances en el conocimiento del sistema inmunológico de los seres humanos. Los investigadores de Conicet descubrieron un mecanismo clave, sintonizador de la respuesta inmunológica durante el envejecimiento. Cuando éste se desajusta, pueden desarrollarse diversas enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren o respuestas inflamatorias descontroladas.

Los especialistas explican que el sistema inmune tiene la capacidad de proteger al organismo de distintas amenazas, porque puede distinguir aquello que forma parte del organismo de lo que no, como virus y bacterias, o aquello que sí lo es pero de manera alterada, como las células tumorales. “Atacar y eliminar aquello que puede dañar el organismo es la función fundamental del sistema inmunológico”, expresan.

Sin embargo, existen patologías que resultan de fallas en la autorregulación del funcionamiento del sistema inmunológico, denominadas autoinmunes. Son más de ochenta enfermedades, entre las que se encuentran, por ejemplo, la artritis reumatoidea, la esclerosis múltiple, la diabetes tipo 1 y el síndrome de Sjögren.

El envejecimiento del sistema inmunológico puede asociarse con respuestas autoinmunes. “Al desajustarse, el sistema inmunológico empieza a reconocer como ajenos antígenos propios y a atacar tejidos funcionales. Para que esto suceda es necesario que fallen los circuitos tolerógenicos responsables de inhibir este tipo de respuestas inmunes”, especifican los investigadores.

El descubrimiento

Recientemente, un equipo interdisciplinario de investigadores del Conicet pudo corroborar, a través de experimentos con modelos animales y muestras de pacientes con síndrome de Sjögren, que la proteína endógena Galectina-1 (Gal1) es un regulador fundamental del sistema inmunológico que funciona como punto de chequeo inhibitorio y evita la aparición espontánea de enfermedades autoinmunes vinculadas a la edad.

El trabajo fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y coordinado por el investigador superior del Consejo Gabriel Rabinovich y la investigadora adjunta Marta Toscano. Rabinovich es director del Laboratorio de Inmunopatología del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET) y Marta Toscano, si bien hoy es investigadora en  el Hospital Dr. Arturo Oñativa de la capital de Salta, formó parte del IBYME entre 2007 y fines del 2018.

Gabriel Rabinovich

Las funciones de Gal1 fueron identificadas por Rabinovich y su equipo  hace más de veinticinco años cuando iniciaba su carrera científica y trabajaba en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Desde ese momento, participó y dirigió numerosas investigaciones que avanzaron en mostrar la importancia de esta proteína en la regulación del sistema inmunológico en situaciones de patología, fundamentalmente en tumores malignos, infecciones y condiciones de autoinmunidad.

El trabajo publicado en PNAS -que formó parte de la tesis doctoral de Verónica Martínez Allo (primera autora del trabajo)- representa para los autores un punto clave en los estudios sobre Ga11, cuya continuación será buscar el desarrollo de un fármaco para tratar enfermedades autoinmunes.

Se trata de una investigación hecha enteramente en la Argentina desarrollada en el Laboratorio de Inmunopatología del IBYME con la colaboración de investigadores y profesionales de otras instituciones públicas como el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (IQUIBICEN, CONICET-UBA), el Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM, CONICET-UNCUYO) y el Hospital de Agudos Bernardino Rivadavia (GCBA), del que además se obtuvieron las muestras de pacientes que se utilizaron en uno de los estudios.

Los estudios

Los investigadores comenzaron sus pruebas a través del estudio de ratones deficientes en Galectina-1, antes de poder pasar a las muestras de pacientes humanos. Gracias a la colaboración con las Unidades de Reumatología y Anatomía Patológica del Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia, los investigadores pudieron acceder a biopsias labiales de pacientes con síndrome de Sjögren y observaron que junto con una mayor expansión de células T CD8+ en la glándula salival había una reducida expresión de Gal1.

“La suma de estudios incluidos en este trabajo permite confirmar, ya sin dejar lugar dudas, que Gal1 controla de manera jerárquica eventos celulares y moleculares del sistema inmunológico y previene el desarrollo de autoinmunidad espontánea dependiente de la edad”, señala el Rabinovich.

“La originalidad de estos resultados reside en que por primera vez se informa un posible papel inmunoregulador de Gal1 en el desarrollo del síndrome de Sjögren. Su relevancia científica está dada, entre otros aspectos, por el abordaje experimental, que no solo empleó distintos modelos en ratón sino también, y esto es especialmente valioso, incluyó observaciones en tejido glandular de pacientes”, agrega Claudia Pérez Leiros, investigadora principal del CONICET en el IQUIBICEN y otra de las autoras del trabajo.

Pérez Leiros y la investigadora asistente del Consejo en su laboratorio, la Vanesa Hauk, aportaron su experiencia en el estudio del síndrome de Sjögren. Asimismo, las investigadoras destacaron la invitación a participar en el trabajo que recibieron de Rabinovich que, según sus palabras, “constituye una pequeña muestra de lo que se puede hacer cuando se reúne el conocimiento y las habilidades de distintos laboratorios de investigación con el de los especialistas dedicados a la medicina asistencial”.

Autoinmunidad y cáncer: dos caras de una misma moneda

El grupo dirigido por Gabriel Rabinovich está orientado desde hace ya muchos años a entender cómo se regula el sistema inmunológico en situaciones de patología. Sus trabajos se han centrado principalmente en cáncer y en enfermedades autoinmunes e infecciosas.

Paciente con el síndrome de Sjögren

“Este trabajo se enfoca en conocer mejor el rol de Gal1 en la autoinmunidad, pero sus derivaciones y sus conclusiones podrían ser aplicables para el tratamiento de tumores. Entender cómo opera el sistema inmunológico contra antígenos nos da herramientas para tratar enfermedades autoinmunes, pero también el cáncer: son dos caras de la misma moneda”, advierte Toscano.

“Gal1 no es en sí misma ni buena ni mala, a veces ocupa el lugar de villana, cuando ayuda a un tumor a escapar de la respuesta inmune, y en otras el de heroína al evitar la autoinmunidad. Pero conocer la forma en que se regula el sistema inmunológico nos brinda la posibilidad de manipularlo en sentidos opuestos, según la enfermedad de la que se trate. Así como se podría estimular farmacológicamente la expresión de Gal1 también se la podría bloquear”. A su vez los resultados obtenidos sientan las bases para el estudio de otros fenómenos inflamatorios exacerbados, como aquéllos observados durante el Covid-19, desencadenados como respuesta al virus SARS-Co-V2, responsable de esta patología”, concluye Rabinovich.

Fuente: Conicet