Se investiga si cometió el asesinato debido a los malos tratos que él y su hermano sufrían
El adolescente de 16 años que se entregó a la policía y dijo que había apuñalado a su padre, en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, quedó en libertad y al resguardo de un tío, aunque continúa vinculado a la causa en la que se investiga si cometió el asesinato debido a los malos tratos que él y su hermano sufrían, informaron hoy fuentes judiciales.
Voceros de la fiscalía local dijeron a Télam que la causa por homicidio doloso sigue y que el adolescente continúa vinculado, aunque en libertad. La resolución del juez se tomó ayer, tras la audiencia de control de detención, y se aguarda para los próximos días el interrogatorio bajo el formato de «Cámara Gesell» del joven, aunque no existe aún fecha de realización.
El adolescente se presentó con su hermano de 12 años el martes de esta semana en horas de la madrugada en la comisaría segunda de Comodoro Rivadavia, el destacamento más cercano al domicilio donde se produjo el hecho, sobre la calle Viamonte 320 de esa ciudad chubutense.
El más pequeño de los hermanos quedó de inmediato desvinculado de la causa, ya que el mayor admitió el apuñalamiento, que consistió en un solo corte en medio del pecho, lo que en principio descarta más partícipes. El niño fue puesto al resguardo de un hermano, de 20 años, que reside en otra zona de Comodoro Rivadavia, la ciudad más poblada del Chubut.
Según los investigadores, «el puntazo afectó el corazón por lo que cuando la policía llegó la víctima permanecía en el piso, ya muerta, sobre un charco de sangre». «El joven solo dijo que lo había apuñalado porque quería evitar que le siga pegando», explicó a Télam una fuente policial que recibió a los chicos en la guardia.
Si bien se conocieron causas abiertas contra el fallecido por abuso sexual, no está acreditado que en este caso haya sido ese el motivo del crimen aunque sí los malos tratos, según lo poco que dijo el joven cuando se presentó en la guardia. Otro dato que llamó la atención a los policías es la condición física de los chicos, con aspecto de desnutridos y muy delgados, lo que se condice con el testimonio de los vecinos de la vivienda usurpada donde residían, respecto a que se los veía revolviendo basura en busca de comida.