El Tribunal Constitucional (TC) de Chile anunció que revisará la constitucionalidad de una ley, aprobada en el Congreso en noviembre pasado, que aumentó los requisitos para que condenados por crímenes durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) puedan acceder a libertad condicional.
El TC declaró admisible un recurso presentado por el partido conservador Renovación Nacional (UDI) y el ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) para analizar la inconstitucionalidad de esta norma que reformó el sistema de libertad condicional y que según sus detractores vulnera los derechos de los reos condenados por crímenes de lesa humanidad.
«El tribunal estima que puede contribuir a la resolución en derecho del asunto ventilado», indicó un comunicado del TC difundido la noche del jueves.
Entre los requerimientos de la nueva ley está el haber cumplido dos tercios de la pena, colaborar sustancialmente con la investigación de los crímenes ocurridos durante la dictadura y expresar arrepentimiento.
Antes de la reforma, los reos por delitos de lesa humanidad debían cumplir los mismos requisitos que un preso común: buen comportamiento y haber consumado al menos la mitad de la condena.
El TC iniciará su labor con una serie de audiencias públicas que se llevarán a cabo el próximo miércoles.
En julio pasado, la Corte Suprema otorgó la libertad condicional a siete violadores de los derechos humanos durante la dictadura Pinochet, lo cual provocó la ira de las organizaciones de familiares de las víctimas de ese régimen militar.
Parlamentarios de partidos de izquierda protestaron y presentaron ante el Tribunal Constitucional una acusación en contra de los jueces de la Corte Suprema que finalmente no prosperó.
Otros dos reos fueron liberados por la justicia entre octubre y diciembre. El último de ellos fue el exoficial de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) Ramón Cáceres, encarcelado hace cuatro años por el asesinato durante la dictadura del general Alberto Bachelet, padre de la expresidenta Michelle Bachelet.
Durante la dictadura de Pinochet, unas 3.200 personas murieron o desaparecieron, mientras que unas 38.000 fueron torturadas, de acuerdo a registros oficiales.