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Santiago de Chile

Homenaje a ex embajador francés que salvó a 600 chilenos bajo Pinochet


Con una placa recordatoria y un cerrado aplauso, el ex embajador de Francia en Chile, Pierre de Menthon, fue homenajeado en Santiago la noche del miércoles por haber acogido a cerca de 600 chilenos durante los primeros años de la dictadura de Pinochet.

Tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al entonces presidente socialista Salvador Allende, centenares de chilenos acudieron a la embajada francesa a pedir asilo perseguidos por la policía y agentes de la inteligencia de Pinochet.

«Ellos huían de la represión de la dictadura que amenazaba sus vidas», dijo Roland Dubertrand, actual embajador francés en Chile, en su discurso durante el homenaje realizado en su residencia.

El embajador de Menthon, quien se encontraba en París cuando se enteró del golpe, solicitó recibir a estos chilenos «por motivos humanitarios» al entonces presidente francés, Georges Pompidou (1962-1974) quien le otorgó su consentimiento, según recuerda Dubertrand.

Tras ello, cerca de 600 personas fueron acogidas entre septiembre de 1973 y julio de 1974 y luego partieron a Francia como refugiados políticos.

El gesto del embajador de Menthon «concuerda con los valores de Francia en favor de la libertad, de la dignidad y de los derechos humanos», afirmó Dubertrand.

 

 

Una veintena de los chilenos que fueron refugiados asistieron al homenaje en el que se develó una placa recordatoria en el patio de la residencia francesa.

«Francia nos acogió y nos dio la invaluable oportunidad de rehacer nuestras vidas», manifestó, por su parte, Margarita Gutiérrez, representante de los refugiados.

Unos 15.000 chilenos se refugiaron en Francia durante los 17 años que duró la dictadura (1973-1990), según datos oficiales.

 

Escondidos entre la comida

 

Como Pierre de Menthon se encontraba en Francia, fue su esposa Francoise junto a funcionarios de la embajada quienes recibieron a los primeros chilenos en busca de asilo.

Durante los primeros meses de la dictadura, se llegaron a instalar a 130 refugiados en la embajada y otros 155 en la residencia, donde se adecuaron habitaciones, salones y oficinas.

«Cantaban la marsellesa y la internacional (canción considerada el himno de los trabajadores del mundo) mientras la policía chilena resguardaba fuera de la residencia», recuerda Pierre-Henri de Menthon, hijo del embajador y Francoise, quien tenía 10 años cuando ocurrió el golpe.

Mientras algunos ingresaban saltando la reja perimetral de la embajada, otros «eran escondidos debajo de la comida que compraba mi madre en un mercado y que se colocaba en la cajuela del automóvil diplomático de mi madre» y que la policía nunca inspeccionó, narró Pierre-Henri.

«También aparecían cadáveres apilados afuera de la embajada, que nunca supimos si murieron intentando entrar o si alguien los había puesto allí», agregó.

Pierre de Menthon murió a los 66 años en 1980, mientras que su esposa aún vive y tiene 98 años.

Durante la dictadura de Pinochet murieron unas 3.200 personas, según cifras oficiales.