Ciudad

Cerca de 6.000 gastronómicos corren riesgo de perder su trabajo


Son de Rosario y el sur provincial. “Los políticos algo tienen que hacer tomando el ejemplo de otros países”, indicó a CLG el secretario gremial de gastronómicos Rosario, Sergio Ricupero

La situación sanitaria del país y de la región es preocupante -se trabaja para evitar el coronavirus-, pero no menos preocupante es la situación de casi 6 mil empleados del rubro gastronómico de Rosario y el sur provincial, que comprende a los empleados de restaurantes y bares, castigados por el parate económico que derivó de una estricta cuarentena. Para colmo, es uno de los sectores que tardará más en volver dadas sus características.

«Esta es una situación muy especial, sabemos que la de gastronómicos es una de las últimas actividades que serán liberadas, pero los políticos algo tienen que hacer. Tomando ejemplos de otros países, podría flexibilizarse la actividad tomando en cuenta los protocolos que quieran”, indicó en diálogo con CLG el secretario gremial de gastronómicos Rosario, Sergio Ricupero.

“Gestionamos por un lado a través de la estructura legal del gremio para dar respuestas a los trabajadores. Por otro estamos insistiendo para que las autoridades provinciales y municipales nos atiendan, algo que no sucedió hasta ahora”, añadió el dirigente, quien detalló que a nivel nacional son cerca de 100.000 los puestos de trabajo en peligro.

Si bien destacó que es una situación «inesperada y dolorosa», Ricupero remarcó que es necesario un esfuerzo de todas las partes, incluido el sector empresario.

«Hablamos con la gente de la Cámara constantemente y entendemos que nadie quiere no trabajar, pero hoy el empleador está pagando el 83% menos del salario del empleado, cada 10 mil pesos paga 1.700″, graficó, en relación a la parte que cubre el Estado nacional, sumada a la rebaja de salarios acordada con los empleados y al porcentaje de las obras sociales.

Bar Blanco

Con respecto al reciente cierre del histórico bar Blanco de Pellegrini y Alem, el dirigente gremial señaló que todo había comenzado por una denuncia por pago de salarios. “Al gremio nadie vino a hacer una denuncia por otra cosa. Pero el martes hubo una reunión en el Ministerio de Trabajo y en lugar de la persona que figuraba como dueña, fue un señor muy enojado”, dijo y agregó que no se pudo llegar a un acuerdo por la continuidad.

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