Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
El equipo de Diego Cocca tendrá un escollo que en la previa aparece como difícil. Más allá de esto, Central viaja a Avellaneda para visitar al Rojo con la ilusión intacta de continuar en el lote de arriba de esta Superliga.
Cocca otra vez no podrá contar con todas las herramientas. Es que varios de los que llegaron aún no puede jugar; ya sea por falta de habilitación o por falta de entrenamientos. Pero así y todo el Canalla viene demostrando que es un hueso duro de roer en cualquier cancha.
Lo positivo de esta vista es que la presión la tendrá Independiente. El equipo de Lucas Pusineri continúa en una meseta y sumó un punto de seis desde que cambió de técnico. Claro, que en el último juego mostró un crecimiento con respecto a lo que había hecho contra River. Pero lejos está aún de conseguir un rendimiento acorde a las expectativas que generó la llegada del ex volante al banco de suplentes. Por este motivo la presión estará depositada en el rival que tendrá este sábado el Canalla.
Si bien en el fútbol no hay recetas invariables, el camino a seguir no es tan diferente a lo que hizo Central en cancha de River. Bien parado, con mucha enjundia y con el overol puesto durante todo el partido serán algunas de las cualidades que deberá tener el conjunto de Cocca en el Libertadores de América.
La ilusión de continuar en el lote de arriba y pelearle a los poderosos de River y Boca el torneo está. Por supuesto que el objetivo de máxima trazado en el arranque de la pretemporada es otro. Pero los 16 puntos cosechados de los últimos 18 que disputó lo subieron a una posición de privilegio que de volver a sumar de a tres este fin de semana lo ratificará como uno de los candidatos a quedarse con alguno de los premios mayores que da este campeonato.
Central y una visita de riesgo. El Canalla va a Avellaneda con la premisa de sumar, siempre, y con la ilusión de meterse aún más en la pelea grande si la cosecha es sea tres.
Foto: Juan José García