Por Enrique Genovar
Central está ante la inminente chance de ganar un nuevo título. Hace cinco meses el equipo que dirigía Edgardo Bauza gritó campeón después de mucho tiempo, y hoy el conjunto que dirige Diego Cocca está ante la misma posibilidad.
Claro que el escenario que había en diciembre pasado era diferente. Hoy el Canalla está inmerso en una crisis deportiva, reflejada en lo que fue el semestre de Rosario Central. Pero el de esta noche es sólo un partido. Un encuentro único. Enfrentará nada más y nada menos que a Boca. Desde lo que fue aquella final de 2015 en Copa Argentina, en cada cruce emergen un montón de sensaciones.
Lo cierto y lo concreto es que, si bien no se puede olvidar lo que ocurrió aquella vez en Córdoba con Ceballos como árbitro, hoy hay que dejarlo de lado. Central no es favorito ni mucho menos para el encuentro de esta noche, pero pronosticar un resultado en una final resulta utópico, y más en el fútbol argentino.
Boca tiene individualidades, y si bien no es un equipo descomunal, está más conformado que éste Central de Cocca. Pero el Canalla, en los últimos dos juegos, tanto en Mar del Plata como en el Gigante contra la Universidad Católica, demostró una mejoría notable. Si bien es cierto que no le sirvió para pasar de ronda en Copa Superliga ni quedarse con el triunfo ante los chilenos, esa mejoría hizo que el equipo sea competitivo, y esa es la principal ilusión que tienen los hinchas para el cotejo de hoy.
En cuanto a lo futbolístico, Cocca hace cambio de nombres y, principalmente, de esquema. Es que el entrenador, más allá de que no definió el equipo, paró en los últimos entrenamientos un 11 con cinco defensores. 5-3-2 será el dibujo. Tal vez modificarlo para jugar una final es arriesgado, pero tomar precauciones ante las individualidades de Boca parece correcto.
Será un partido que seguramente se definirá en los detalles. Estar atento la mayor cantidad de tiempo será la gran premisa que lleve Central hoy al Malvinas Argentinas.
Los de Cocca están ante la gran posibilidad de poder volver a gritar campeón, para enterrar un semestre que fue para el olvido y levantar el ánimo de todos los hinchas que vieron cómo su equipo padeció todo lo que jugó en este 2019.
Ganarle a Boca no parece una utopía. Ganarle a Boca significará lograr una nueva estrella nada más que cinco meses después de la anterior. El Canalla llega a la final tras haber ganado la Copa Argentina y las horas que transcurran hasta el encuentro deben ser para disfrutar por parte de los hinchas.