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Opinión Quique

Central: agudizar el ingenio para el tema Brítez


La relación entre el defensor y el cuerpo técnico no va más

Por: Enrique Genovar

Muchas veces, casi todo el tiempo es lógico que en un grupo de trabajo haya discusiones. Y la gran mayoría de ellas son saldadas por las propias partes o por un tercero imparcial; todo esto porque hay un objetivo colectivo que es superior a las voluntades individuales. El caso de Emanuel Brítez parece no tener solución y es por eso que la secretaría técnica del club y la dirigencia están obligados a agudizar el ingenio para darle salida al jugador. Claro que la posible ida debe darse por una venta.

Una situación irrecuperable es lo que dicen por lo bajo algunos protagonistas canallas que fueron testigos en todo momento de las tantas discusiones que hubo. Y al ser así la única solución posible es que el jugador se vaya del club. No hay que darle más vueltas ni ser tibios en el análisis. No va más.

Solamente saben los que fueron parte de las diferencias lo que pasó. Pero, ¿vale la pena conocer los motivos o ya no? Da la sensación que no. Pero por las dudas… lo que trascendió es que Brítez no está de acuerdo con el método de trabajo y de disciplina que tiene el cuerpo técnico. Y de ahí en más se produjeron discusiones con un par de colaboradores de Cristian González. La convivencia se tornó insoportable en Arroyo Seco, tal es así que varios de sus compañeros se vieron afectados por el malestar que reinaba en cada entrenamiento. Entonces las partes tomaron la decisión de separarse y no verse más. Ahí fue que el defensor comenzó a entrenar a contraturno del resto. Hubo algunos intentos de acercamientos con el correr de los días, pero no hubo reconciliación. ¿Entonces? No va más, el jugador se quiere ir y si se queda no será considerado por el entrenador.

La cuestión es clara y es por eso que tanto Raúl Gordillo como la dirigencia tienen que agudizar el ingenio. Ya que el peor escenario es que el jugador se quede y no sea considerado. De ocurrir eso el principal perjudicado es el club ya que tendrá un patrimonio que no será utilizado y por ende se devaluará.

Central debe actuar. Debe salir a ofrecer al jugador y pedirle al representante del mismo, el poderoso Christian Bragarnik, que ayude a esta misión. Un centro del agente, luego de todos los que le tiró el anterior cuerpo técnico y que la dirigencia aceptó en cuanto a traer jugadores que él representaba o que intermediaba en la gestión, debería llegar. Claro que la salida no debe ser a cualquier precio, sino que debe darse a través de una transferencia de los derechos económicos que adquirió el Canalla en junio del año pasado. Hace poco más de 24 meses el club erogó la suma de 500 mil dólares para hacerse del 50 por ciento de la ficha del profesional. Ese monto marca un piso, no hay otro.

Agudizar el ingenio para buscar una solución a un problema que hoy no tiene solución. Esa es la misión que tiene el secretario técnico y los directivos, ya que si no se da el mayor perjudicado será el club; no Brítez, ni tampoco el cuerpo técnico.