El presidente catalán, Quim Torra, volvió a reclamar «diálogo» al Ejecutivo español y pidió una investigación sobre los «excesos» cometidos por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes durante los disturbios que tuvieron lugar la semana pasada en el marco de las protestas contra las penas a los líderes del proceso de secesión de 2017.
Tras los graves disturbios vividos entre el martes y viernes de la semana pasada, que dejaron casi 600 heridos -entre ellos un policía muy grave- y unos 200 detenidos, la violencia cesó, pero el movimiento independentista continúa en las calles movilizándose de forma permanente y pacífica, especialmente en Barcelona.
«El diálogo es la única manera de ponernos de acuerdo. No sabemos cual es la propuesta del gobierno de España para Catalunya. ¿En qué ha cambiado la presidencia de Pedro Sánchez a la presidencia de Mariano Rajoy?», preguntó Torra al intervenir en el parlamento regional, calificando de «menosprecio» la actitud del líder socialista, al igual que de su predecesor conservador.
Torra, quien reveló que ya telefoneó a Sánchez cinco veces y el presidente en funciones no lo atendió, remarcó que «la comunidad internacional no entiende que sea posible que esto esté pasando, que el presidente haga un dejación de funciones».
Además, pidió a Sánchez que tenga una «visión de Estado», y que «comience a pensar en las próximas generaciones, y no próximas elecciones», en referencia a los comicios generales que tendrán lugar en apenas 18 días y en los que el presidente busca revalidar su cargo, en un contexto de gran incertidumbre.
Precisamente desde un acto de precampaña en Segovia, en el corazón de España, Sánchez recordó a Torra que antes de llamarlo a él lo que tiene que hacer es «llamar a la convivencia y al diálogo» con la parte «no independentista de la sociedad catalana», y que «defienda» la labor de las fuerzas de Seguridad del Estado», que protegieron a los ciudadanos frente a una minoría de violentos.
Sánchez remarcó que su Partido Socialista (PSOE) siempre fue «partidario del diálogo», pero advirtió que para que haya diálogo «primero se debe garantizar el respeto a la ley».
El jefe del Ejecutivo aseguró que sabía «perfectamente» que la sentencia del Tribunal Supremo, si era condenatoria, iba a provocar una «convulsión en Cataluña», de ahí que el «desafío era gestionar la respuesta», algo que se está haciendo con «firmeza» y «proporcionalidad».
El líder socialista volvió a defender así la actuación de la policía, que los manifestantes -y organizaciones como Amnistía Internacional- denunciaron por extralimitarse, por ejemplo, usando balas de goma prohibidas, que causaron lesiones graves a cuatro personas.
En ese sentido, presionado por sus bases, Torra sigue sin respaldar con contundencia a las fuerzas de seguridad, ni siquiera a los Mossos d’ Esquadra -policía catalana- que está bajo el mando de su gobierno.
«La extralimitación del uso de la fuerza debe ser investigada», dijo Torra en el parlamento regional ante su responsable de Interior, Miquel Buch. El líder secesionista también pidió la creación de una comisión parlamentaria que investigue los que sucedió en los disturbios que la semana pasada, además de heridos, dejaron grandes destrozos.
En tanto, el movimiento independentista consiguió boicotear en Barcelona un acto de «España Global», organismo público español que busca contrarrestar los argumentos de los independentista con una campaña de defensa de la imagen del país en el exterior.
«¡Lo hemos conseguido! ¡Hemos impedido que España Global explicara sus mentiras, y han suspendido el acto! -celebró la Asamblea Nacional Catalana (ANC) luego de que cientos de personas se concentraron en la plaza de la Catedral de Barcelona, frente al edificio donde debía celebrase el acto con cónsules.