Se trata de dos policías y dos patovicas acusados por la muerte del joven cuyo cuerpo fue hallado en el río Paraná, tras haber ido a bailar al boliche “Ming” de La Fluvial
El fiscal Patricio Saldutti, quien acusó a dos policías y dos patovicas por la muerte de Carlos «Bocacha» Orellano, afirmó que «el accionar de los cuatro imputados determinó la caída al agua». Cabe recordar que la última vez que fue visto con vida, en febrero del año pasado, el joven de 23 años había ido a bailar al boliche Ming y su cuerpo apareció en el río Paraná dos días después.
Saldutti dijo que se ha podido «reconstruir con evidencia contundente» que al joven «lo sacó del boliche personal de seguridad» y que «fue acorralado» contra una baranda de la costanera central rosarina, a metros del boliche bailable «Ming».
El representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicó que el personal de seguridad ejerció «algún tipo de violencia física que determinó que salte de la baranda y caiga» al río.
La Justicia santafesina imputó este lunes con prisión preventiva a los policías Gabriel Nicolossi (38) y Karina Gómez (41) y a los empleados de seguridad del boliche «Ming», Fabián Maidana (53) y Emiliano López (30) por homicidio simple con dolo eventual.
De acuerdo a la investigación, Orellano fue a bailar con amigos al comercio nocturno y fue visto por última vez la madrugada del 23 de febrero de 2020 intentando ingresar al VIP del boliche.
La familia denunció su ausencia y el cuerpo del joven apareció dos días después flotando en el río Paraná, cerca del boliche «Ming».
«Lo que hemos podido reconstruir con evidencia contundente es que lo sacaron del boliche, lo sacó una mujer, personal de seguridad», dijo hoy el fiscal Saldutti.
«Y afuera algo sucedió con las otras personas imputadas. Eso se trasladó hasta la baranda del río y planteamos que Orellano fue acorralado y que sobre él ejercieron algún tipo de violencia física que determinaron que salte de la baranda y caiga», añadió en declaraciones a Radio 2.
El fiscal no pudo brindar precisiones acerca de si el joven fue arrojado al río, obligado a tirarse o se cayó.
«Él saltó la baranda, del otro lado hay un escalón que continúa el piso del muelle por unos 70 centímetros más, y no tenemos certezas si cayó inmediatamente o si hubo un nuevo forcejeo que le produjo la caída», dijo el investigador judicial. Por esa razón, explicó el fiscal, la imputación fue por homicidio simple con dolo eventual.
«Si pudiéramos reconstruir con pruebas que fue intencionalmente arrojado desaparecería la eventualidad del dolo y podríamos ir por un dolo directo», señaló Saldutti y, por último, agregó: «Personalmente creo que cualquier persona que en grupo rodea a un chico de noche contra una baranda del río tiene que saber que esa conducta puede determinar lo que pasó».
En ese sentido, el funcionario judicial concluyó que «la función de los imputados era resguardar que eso ocurra».