El vicario general del Arzobispado de Rosario dialogó con CLG sobre la realidad en los barrios y en las calles con la emergencia sanitaria por coronavirus. También se refirió a la ley de aborto
Monseñor Emilio Cardarelli, vicario general del Arzobispado de Rosario, dialogó con CLG tras más de cuatro meses de pandemia. Analizó cómo afecta la crisis económica que generó el virus a los más humildes y destacó la solidaridad de la Iglesia, las ONG y los rosarinos en general. También se refirió a la marcha atrás en la presentación del proyecto para la legalización del aborto y cuestionó al presidente por entrar en contradicciones.
“La situación social es muy difícil, se ha agravado con la pandemia tanto la desocupación como la pobreza. Lo vemos con mucha preocupación”, indicó Cardarelli al móvil de CLG.
“Vemos la necesidad de políticas de Estado, hoy más que nunca. Va a ser muy difícil crear puestos de trabajo para aquellos que se han quedado sin. Ya teníamos el desafío de crear puestos de trabajo antes, imaginémonos ahora. Se va a requerir una gran grandeza de todos y quiera Dios que podamos estar a la altura, sobre todo la clase dirigente”, agregó.
El vicario general del Arzobispado consideró que en los barrios “es donde más se siente” la crisis generada por el coronavirus. “Los sacerdotes nos dicen que ha aumentado la demanda de asistencia alimentaria. Gracias a Dios, tanto desde Caritas, como de tantas otras ONG’s y gente solidaria, se han multiplicado los comedores y otros lugares donde se ayuda a paliar la situación. Pero en los barrios está muy complicada la situación”, aseguró.
“Hay gente que no estaba acostumbrada a pedir, porque se podía ganar el pan con su trabajo y hoy se acerca con cierta vergüenza a buscar ayuda”, comentó Cardarelli replicando la palabra de los sacerdotes en los barrios.
En este sentido, monseñor dijo que la Iglesia como institución también está haciendo sus esfuerzos para estar a la altura de las circunstancias. “Hemos creado una comisión de emergencia, que se ha reunido siempre por Zoom, para ir evaluando la situación e ir viendo el mejor modo de acompañar”, contó.
Del mismo modo, Cardarelli recalcó la realidad de las personas en situación de calle, con las que también trabajan desde la Iglesia: “En el centro también hay pobres, es en general la gente que está en situación de calle y también necesita ayuda. Además de lo alimentario, durante la pandemia la iglesia ha puesto a disposición espacios para que puedan ser utilizados en caso de que sea necesario para aislamiento. Hay varios de nuestros lugares que están ocupados”.
“Trabajamos en coordinación con las autoridades civiles. Esto es importante en lo que hace a la autonomía y cooperación de iglesia con la autoridad civil”, destacó.
“Se exige que todos estemos a la altura y, sobre todo, renunciar a intereses sectoriales, personales buscando siempre el bien común. Eso espera la gente de los líderes políticos de cada región. Y que atiendan lo que va a ser la pospandemia, que para todo el mundo va a ser una realidad muy dura”, concluyó.
Marcha atrás
En otro tramo de la entrevista, Cardarelli habló sobre el nuevo proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo, que no será enviado en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia. Consideró que el presidente Alberto Fernández es contradictorio.
“El presidente dice ser un enamorado de la vida. Debe ser de ciertas vidas, de las que están fuera del vientre materno, porque no parece tener el mismo enamoramiento para las vidas que están dentro del seno materno. Además, el mismo presidente está diciendo que prioriza la vida por encima de la economía, por eso la cuarentena, pero se ve que hay otros intereses. Sabemos que hay presiones muy grandes de los centros de poder internacionales del dinero para que se apruebe el aborto en Argentina”, afirmó el monseñor.