"No sólo agravia el derecho internacional humanitario, sino que establece peligrosos precedentes", denunciaron
«No sólo agravia el derecho internacional humanitario, sino que establece peligrosos precedentes», denunciaron
El gobierno de Brasil concedió el estatus de refugiados a los cinco desertores del Ejército venezolano implicados en el incidente del 22 de diciembre último en un cuartel de Luepa, en el que murió un oficial, y que fueron capturados en territorio brasileño, lo que originó una inmediata respuesta de parte de Caracas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, denunció «la insólita decisión del gobierno de Brasil de dar condición de refugiados a los cinco terroristas confesos, responsables del asalto armado al 513 Batallón de Infantería de la Gran Sabana».
«Al otorgar refugio sobre supuestos no contemplados en las convenciones internacionales correspondientes, la República Federativa de Brasil no sólo agravia el derecho internacional humanitario, sino que establece peligrosos precedentes de protección a personas que han cometido delitos fragantes contra la paz y estabilidad de otro Estado», advirtió Arreaza en un comunicado.
Según la agencia Europa Press, en el mismo texto el canciller consideró que Brasil «se convierte así en cómplice de actividades armadas contra países vecinos y el protector de los delincuentes y mercenarios que las protagonizaron».
En tanto, la vicepresidente Delcy Rodríguez juzgó que «la decisión del Gobierno de (el presidente) Jair Bolsonaro es prueba fehaciente de su complicidad para desestabilizar la tranquilidad de la República Bolivariana de Venezuela y atentar contra su gobierno legítimo”, con lo que se convirtió en “santuario de terroristas».
Según Caracas, «un grupo de terroristas armados» atacó en la madrugada del domingo el cuartel militar de Luepa y robó 120 fusiles de asalto y 9 lanzacohetes. El gobierno de Nicolás Maduro había iniciado los trámites para reclamar la entrega de los militares, a los que considera “desertores”.