Por Enrique Genovar
Sumar y sumar. Así tenía que ser el campeonato de Central y el tiempo verbal tiene que ver con que esto se sabía desde antes del inicio del mismo. Y si bien este sumar constante se da, el hecho de que ya sean cinco los encuentros sin victorias, preocupa. Pero sin dudas lo que llama la atención de manera negativa es la falta de identidad futbolística que tiene el equipo. Central no se sabe a qué juega y ya van siete partidos.
En Santa Fe, ante Unión, el Canalla involucionó. Porque hay empates y empates. En el 15 de Abril Central jugó mal y lo único positivo fue que no perdió. Pero el hecho de haber repartido puntos por quinto juego seguido hace que lo cosechado en la capital de la provincia haya sido muy poco.
Diego Cocca debe cambiar cuanto antes. El entrenador de Central debe acondicionar el equipo y para ello lo primero que debe hacer es ordenar las piezas. Ta vez en defensa, más allá del olvidable partido que tuvo Nahuel Molina, es en donde menos tiene que tocar. Ya que el sistema defensivo, incluido Fabián Rinaudo, funciona. El gran problema que tiene y que se agudizó ante el Tatengue lo tiene de mitad de cancha hacia adelante.
El DT tiene que replantear la forma de su equipo y mucho tiene que ver con los nombres, y el lugar en que los pone. Rius, Gil y Zabala jugaron un partidito y si alguno pierde el puesto no va a sorprender. Es más, hablaría bien de Cocca, ya que quiere decir que se da cuenta del problema. Pero hay algo que ya no da para más y es la ubicación del pelado ex Unión. Zabala debe jugar por derecha y al no hacerlo esto evidencia ya un capricho por parte del técnico.
Claro que la cuestión es más profunda. Pero ya se sabe que Cocca no es un refundador de equipos, pero sí ordenar lo que tiene hoy asoma como la primera gran misión de un conjunto que debe volver a ganar cuanto antes si no quiere pasar sobresaltos con la tabla de promedios.