Un ensayo clínico de médicos rosarinos quiere demostrar el impacto positivo de la sal reducida en sodio y enriquecida en potasio. Invitan a la población a participar de la investigación.
Se estima que un tercio de la población es hipertensa y de estos, casi la mitad no lo saben. Esta condición es el principal factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular, como lo infartos y ACV, que son la principal causa de muerte a nivel mundial. La hipertensión es, por lo tanto, el principal factor de riesgo para morir o sufrir prematuramente.
Ahora bien, sólo quienes conocen su condición de hipertensos siguen una dieta libre de sal, mientras que el resto –entre quienes se cuentan alta cantidad de hipertensos que desconocen que lo son- consume unos 4 gramos de sal al día por persona, tal como es el promedio de consumo occidental.
Con estos datos en cuenta, un grupo de profesionales médicos rosarinos liderados por el prestigioso cardiólogo Rafael Díaz, diseñó un estudio de investigación que pretende demostrar los beneficios del consumo de sal reducida en sodio y enriquecida en potasio en la prevención de enfermedades cardiovasculares. La intención es corroborar, como se supone, que unos simples cambios en el consumo alimenticio diario repercutirían positivamente en la salud poblacional reduciendo el riesgo de accidentes cerebrovasculares y de sufrir un infarto.
Para esto, buscan que mil familias de Rosario y las localidades de el gran Rosario se sumen a la investigación, que consta simplemente que en las cocciones del hogar y los consumos de alimentos se utilicen la sal que entregarán durante un tiempo los investigadores. El estudio provee de sal gratuita durante los meses que dure el ensayo –un tipo de sal de mesa de libre comercialización y autorizada por Assal- y ofrece también seguimiento médico durante los cuatro meses que la familia voluntaria participe de la investigación.
“Lo que busca particularmente este estudio es saber si la sal baja en sodio y rica en potasio, que son de venta libre y están a mano de cualquiera en las góndolas, tienen un beneficio en la salud”, explica el cardiólogo Juan Manuel Domínguez, uno de los integrantes de Ecla, la organización con 30 años de experiencia en ensayos clínicos que impulsa esta investigación en Rosario y alrededores.
“Partimos de la base de un estudio que se realizó en una población rural de China que fue un hito para el mundo médico por los resultados demostrados. Rosario y las localidades del gran Rosario tienen valor como muestra de población occidental”, explica Domínguez y remarca: “la población china es muy distinta a la nuestra, le agregan mucha sal a la comida. El promedio de consumo occidental es cerca de cuatro gramos por día por persona y en china es de ocho gramos”.
Este estudio busca demostrar que con una intervención que ni siquiera es un fármaco, sólo con el consumo de un tipo de sal en vez de otra, lograría una medida de prevención muy importante para la salud pública de nuestro país.
Las familias que quieran participar como voluntarias pueden informarse e inscribirse en el siguiente enlace: https://www.epictrial.ar/