Policiales

Condenan a 30 años de cárcel a un hombre por violar y dejar embarazada a su hija de 16


Un tribunal oral lo halló culpable de “abuso sexual con acceso carnal agravado por su condición de ascendiente de la víctima, reiterado en al menos cuatro oportunidades"

Un ciudadano boliviano de 35 años de edad fue condenado a 30 años de prisión por haber violado a su propia hija, a quien dejó embarazada a los 16 años y sufrió un aborto espontáneo cuando cursaba 16 semanas de gestación.

El Tribunal Oral número 29, integrado por los jueces Hugo Navarro, Gustavo Goerner y Juan María Ramos Padilla, dictó la condena por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por su condición de ascendiente de la víctima, reiterado en al menos cuatro oportunidades —en concurso real entre sí— y promoción a la corrupción de menores agravado por ser progenitor de la joven”.

El tribunal dispuso, además, que la pena vencerá el 20 de setiembre de 2050 y que los datos del condenado deberán ser registrados en la base de datos del Registro Nacional de Datos Genéticos.

El imputado, cuya identidad permanecerá en reserva para preservar la intimidad de la víctima, violó dos veces a su hija entre mayo y junio de 2020, en el interior de la vivienda situada en Villa Lugano, donde la niña vivía con su madre y sus dos hermanas, de diez años y seis meses de edad.

El condenado, según consta en el expediente, tenía 35 años al momento de los hechos y “se encontraba en situación de calle, pernoctando en el interior de un rodado en el que trasladaba verduras”.

En esas circunstancias fue “de visita” y aprovechó las ocupaciones o la ausencia de la madre para violar a su hija en una habitación de la planta alta de la vivienda.

La niña, según describió el fiscal Sandro Abraldes en su alegato, “estaba acomodando ropa por orden de su madre en horas del mediodía” cuando su padre “le preguntó qué estaba haciendo para posteriormente tomarla fuertemente, haciéndola girar colocándola de espaldas” para accederla carnalmente.

“Al día siguiente, en el mismo lugar y mientras visitaba a la familia, el imputado nuevamente abusó sexualmente de su hija. Como consecuencia de tales episodios, la menor quedó embarazada conforme fue certificado a través de un examen médico y de una ecografía realizada en el Hospital Garrahan”, añadió la acusación.

Episodios similares se habían producido en otras dos oportunidades, en el año 2019, según consta en el expediente.

Toda la situación saltó a la luz cuando la niña manifestó dolores abdominales por los que fue trasladada al nosocomio, donde se comprobó su embarazo y su posterior aborto espontáneo incompleto, por lo que fue necesario “el raspado uterino evacuador (legrado)”.

A declarar en Cámara Gesell, la niña contó que le preguntó a su padre por qué hacía eso pero obtuvo como respuesta que no debía decirle nada a su madre.

Además, describió que cuando supo por los médicos que estaba embarazada se preocupó porque “era muy chica para ser mamá y quería seguir estudiando”.

La niña intentó ocultar la realidad de los hechos e inventó en un primer momento que tenía “un novio con el que se veía a escondidas de su madre” y con el que mantenía relaciones sexuales.

Pero cuando los investigadores la interrogaron sobre ese supuesto  novio la niña dijo que no se acordaba su nombre, dónde vivía ni cómo lo había conocido.

Finalmente, terminó reconociendo que tal novio no existía y que su embarazo era fruto de la violación de su padre.