La estadounidense Bunge Ltd.
anunció el despido de otros 30 operarios y sumó así 165 cesantías en lo que va del año, en medio del «proceso de readecuación» en su planta bonaerense de Campana, trascendió hoy.
Ante esa decisión, los operarios cesanteados realizaron una caravana a bordo de un micro y vehículos particulares desde la puerta de la planta hasta el Ministerio de Trabajo de la Nación, sobre avenida Alem, en la Capital.
Según dijeron a la prensa local, los trabajadores llevaron un pedido de intermediación del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien se fue de vacaciones en medio del escándalo desatado por la demanda que le hizo una empleada a la que habría tenido sin registrarla ante el fisco durante tres años.
Bunge paralizó líneas de producción de fertilizantes en un contexto -dijo la firma- de falta de competitividad de la planta, producto de la suba de costos para producir y un mercado internacional altamente competitivo, que produce los mismos productos a más bajo precio.
En el Sindicato Químico y Petroquímico de Zárate consideran que los despidos son una «presión directa» que podría haber sido acordada por la multinacional con otras compañías petroquímicas que quieren avanzar sobre el convenio colectivo del sector.
La Cámara que enrola a empresas de la Industria Química y Petroquímica presentó en diciembre una propuesta para modificar el convenio colectivo de trabajo que abarca a los trabajadores de la zona Zárate-Campana.
Esa zona viene siendo muy golpeada por los despidos desde 2016, con el cierre de empresas como Carboclor, Latinoquímica, TFL, Lanxess y Quipro.
Bunge Ltd había informado en noviembre pasado que reorganizaría su estructura comercial y corporativa, lo cual contemplaba una reducción en la cantidad de unidades operativas que pasarían de cinco a tres en Norteamérica, Sudamérica y Europa y Asia.
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