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Bronca e indignación por focos, terraplenes y cosechas en las islas


CLG dialogó con Julieta Bernabé, de la Multisectorial Humedales: "Mientras las actividades ilegales no se controlen, el fuego va a seguir estando"

La situación en las islas es alarmante. No sólo siguen apareciendo nuevos focos de incendio, sino que cada vez son más las evidencias fotográficas y fílmicas de actividades irregulares e ilegales en dichos territorios como es la utilización de maquinaria pesada para levantar grandes terraplenes. La proliferación de actividad productiva en el humedal despierta bronca, indignación y el constante reclamo por parte de las organizaciones ambientales, que denuncian la preocupante inacción política frente a los hechos. En ese sentido, CLG dialogó con Julieta Bernabé, referente de la Multisectorial Humedales, quien se refirió al oscuro panorama.

En primer lugar, la integrante de la organización ambiental que lucha por la sanción de la ley de humedales se refirió a los focos que se registraron frente a Rosario en los últimos días: «Vemos los incendios con preocupación. Entendemos que no hay una prevención y un combate real de los focos. Los que se dieron hace unos días frente a Rosario fueron monitoreados las primeras 48 horas sin tomar ninguna acción concreta. Al tercer día los focos se hicieron mucho más grandes y recién ahí se dio intervención, pero a esa altura ya cuesta más apagarlos y el humedal se sigue quemando».

«Nos gustaría que haya un mayor nivel de prevención: controlar y ordenar el territorio, porque lo que provoca los focos de incendio son las actividades irregulares e ilegales que tienen lugar. Mientras esas actividades no se controlen, el fuego va a seguir estando. La prevención tiene que ver con el ordenamiento, y a la vez creemos que el combate del fuego tiene que ser mucho más concreto en los primeros momentos», agregó.

Por otra parte, se refirió a los registros fílmicos que salieron a la luz en los últimos días en los que se ve a maquinaria agrícola cosechando maíz en terrenos isleños que inicialmente habían sido quemados: «En estos momentos frente a Ramallo hay gente que está cosechando maíz. Para sembrar y cosechar ese maíz agarraron una enorme cantidad de hectáreas de tierras, las quemaron, hicieron kilómetros de terraplenes y hasta fumigaron con aviones. Fueron denunciados, hay una medida cautelar y a nadie le importa. Hay una ilegalidad enorme, hay una complicidad por parte de los gobiernos y casi un acompañamiento. Mientras a eso no se le ponga freno, la gente va a seguir quemando porque les es redituable», aseveró.

Además, también se viralizaron videos de maquinaria pesada trabajando en la zona del Paraná Viejo, frente a Rosario: «Hay maquinaria pesada por todos lados, se han hecho relevamientos con drones y hay una enorme cantidad de terraplenes nuevos. Todos esos terraplenes se hacen con el ingreso de maquinaria pesada, lo cual es ilegal. Una ONG denunció que cerca del kilómetro 44 se estaba trabajando sobre un nuevo terraplén con maquinaria pesada ilegal, y que las autoridades de la Municipalidad de Victoria estaban acompañando la presencia de esas máquinas. Ahí vamos con que esto no se va a terminar mientras haya complicidad e ilegalidad que viene de la mano de los propios gobiernos».

En ese sentido, Bernabé insistió en la falta de acciones políticas: «Si bien estamos pidiendo una ley de humedales nacional que es sumamente necesaria, hoy por hoy hay enorme cantidad de legislación que prohíbe la mayoría de las cosas que están pasando en las islas. Lo que sucede es que no se está cumpliendo con la ley porque los propios gobiernos no lo hacen. La ley de humedales podría generar un poco de orden en este sentido. También nos queda la duda que aún sancionada hasta qué punto se va a poner en práctica la protección en un Estado que no cumple con la ley, pero eso sería un segundo paso».

«Lo más probable es que el proyecto de ley de humedales pierda estado parlamentario a fines de mes, ya lo habían advertido algunos diputados en agosto. El proyecto fue aprobado por una única comisión, la de Ambiente, pasó a Agricultura y Ganadería, y ahí murió completamente. Cuando nos reunimos con diputados tras la travesía nos reconocieron que era muy difícil que se apruebe la ley, que había muchísimos intereses productivos que tienen que ver con la agricultura, la ganadería y la minería», concluyó.