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Brasilia anunció reapertura de actividades para agosto y definió al coronavirus como «una gripe más»


Ibanés Rocha, gobernador de Brasilia y aliado de Bolsonaro, aseguró que "las restricciones no sirven para nada, la gente no puede estar más en la casa, estamos en el límite del aislamiento"  

 

El gobernador de Brasilia, Ibanés Rocha, aliado al presidente Jair Bolsonaro, anunció hoy que pretende reabrir en agosto todas las actividades de la capital brasileña y que pasará a tratar al coronavirus como «una gripe más».

«Yo en agosto ya dejaría todo abierto. No sería con restricciones, ya las restricciones no sirven para nada, la gente no puede estar más en la casa, estamos en el límite del aislamiento», dijo Rocha, del Movimiento de la Democracia Brasileña.

El gobernador del Distrito Federal de Brasilia, que tiene 2,3 millones de habitantes, decretó el lunes el estado de calamidad para acceder a presupuestos federales para hospitales y defensa civil.

Ibanés fue el primer gobernador brasileño en iniciar la cuarentena ante la llegada del coronavirus a fines de febrero y se transformó con el tiempo en un aliado del ala militar del gobierno y directamente del jefe de gabinete, general Walter Braga Netto.

«No tengo miedo de que se llenen los hospitales, esto será tratado como una gripe, como debió haber sido tratado desde un principio», sostuvo el gobernador, que acusó a los estados de San Pablo y Río de Janeiro por no haber contenido el avance del virus desde el inicio.

Rocha defendió al ministro de Salud de Brasil, general Eduardo Pazuello, quien pobló la segunda y tercera línea de la cartera con oficiales del Ejército.

«Una pandemia es una guerra y la guerra se gana con los militares. Pazuello será el mejor ministro de la historia. Está llevando equipamientos a quien lo necesita, como debió hacerse desde el primer momento», afirmó al diario O Estado de Sao Paulo.

El gobernador dijo que logró achatar la curva de contagios y decesos y que la población estuvo en cuarentena con flexibilizaciones durante 72 días, con lo cual tiene sobrando 200 camas de terapia intensiva y otras 170 a disposición en caso de emergencia.

La ocupación de camas de UTI en hospitales públicos de Brasilia es del 61,4%, mientras que en la red privada es de 91,32%. De los 47.071 casos positivos, Brasilia acumula 559 muertos.