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Brasil despidió con «inmensa tristeza» al hombre negro asesinado por guardias de seguridad


El brasileño de 40 años fue asesinado el jueves por guardias de seguridad blancos en un supermercado Carrefour. En un ceremonia sobria pero cargada de emoción, fue enterrado por sus allegados en Porto Alegre

Unas 40 personas despidieron este sábado en Porto Alegre, en el sur de Brasil, a Joao Alberto Silveira Freitas, el hombre negro que murió tras ser brutalmente golpeado por guardias de seguridad blancos en un supermercado Carrefour.

«Es una tristeza inmensa, no se lo deseo a nadie, me cuesta contener las lágrimas», dijo Joao Batista Rodrigues Freitas, padre del brasileño de 40 años asesinado el jueves, un día antes del Día Nacional de la Conciencia Negra, reportó la agencia de noticias AFP.

Sobre el ataúd había una bandera azul de su equipo de fútbol, el Sao José, del que era un ferviente hincha. «Espero que toda la emoción que suscitó su muerte asegure que nuestra sociedad mejore, que enseñemos los principios de la igualdad en los bancos del colegio», afirmó su padre.

En un ceremonia sobria pero cargada de emoción, Silveira Freitas fue enterrado por sus allegados.

Su muerte causó gran conmoción en el país, tras la difusión de un video en el que se ve cómo la víctima es golpeada en el estacionamiento del supermercado por un agente de seguridad, mientras otro lo sujeta.

Según los primeros elementos de la investigación, el hombre fue brutalmente golpeado durante más de cinco minutos antes de ser inmovilizado por sus agresores y morir asfixiado.

De acuerdo con relatos de la prensa local, basados en testimonios de la Brigada Militar (policía militar) del estado Rio Grande do Sul, el hombre habría sido agredido después de amenazar a una trabajadora del supermercado.

Los dos agresores fueron detenidos. Uno de ellos es policía militar en régimen temporal, y trabaja en ese supermercado en su tiempo libre.

Esta mañana, al inicio de su discurso en la virtual cumbre del G20, el presidente Jair Bolsonaro volvió a ignorar los graves problemas de racismo estructural que azotan a Brasil, donde más de la mitad de sus 212 millones de habitantes son negros o mestizos.

«Como hombre y como presidente, veo a todos del mismo color: verde y amarillo (los colores de la bandera de Brasil)», manifestó, reiterando los comentarios publicados ayer en su Twitter, en los que dijo que era «daltónico» y veía a todos del mismo color.

Su vicepresidente Hamilton Mourao también causó ayer polémica al afirmar que «no hay racismo en Brasil».

«Sabemos lo difícil que es crear conciencia, porque los enemigos de la lucha contra el racismo están ahora en el poder», dijo hoy Matheus Gomes, miembro de la asamblea legislativa de Porto Alegre, presente en el funeral.

Anoche hubo manifestaciones que reunieron a varios cientos de personas frente a los supermercados Carrefour en Porto Alegre y otras ciudades importantes del país.

En Brasil, los afrodescendientes sufren elevados índices de violencia policial y callejera, pobreza y marginación social.

Según el “Atlas de violencia” publicado en agosto pasado, el número de asesinatos de negros aumentó 11,5% entre 2008 y 2018, mientras entre los no negros disminuyó 12,9%.