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Botto: «Mantener la esperanza en que una vida y una sociedad mejor son posibles»


El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario y presidente de la Fundación Con La Gente hace un balance de este año que se va y envía un saludos a los trabajadores del gremio

Por Alberto Botto (*)

Este 2020 que comenzamos con sueños, con esperanzas, lo transitamos con dolor, con desazón. Muchas fueron las adversidades que debió transcurrir el mundo, la humanidad, durante este año y muchas también las angustias y adversidades que debió soportar la sociedad argentina como consecuencia de esta pandemia. Muchas familias, más de 40 mil, perdieron a sus seres queridos, muchas veces sin poder despedirlos, sumiendo en el dolor más profundo a gran cantidad de personas. Muchos fueron los contagiados que debieron y aún deben transcurrir la enfermedad con incertidumbre.

La pandemia, por otra parte, contribuyó a acentuar la crisis económica que ya es una endemia en un nuestro país, que lamentablemente forma parte del acervo cultural, si se nos permite decirlo de tal forma. Esto angustia doblemente, porque decepciona saber que en un país inmensamente rico en cuanto a recursos naturales, pródigo naturalmente, haya aún una deuda social que espera dramáticamente ser saldada.

Los sectores políticos que no han defendido los derechos del pueblo y de la República, aquellos que aún creen que se puede consolidar un país justo con recetas del libre mercado a ultranza, sin contemplar que el ser humano es más que el mercado y sus necesidades, y no pocos conglomerados de grandes empresas y entidades financieras de todo tipo, están en deuda con las clases más vulnerables y vulneradas, con los trabajadores, con los jubilados, con los profesionales con el comercio y la pequeña y mediana empresa que son el motor de la sociedad. Pero a este motor se le exige demasiado y se le cuida poco.

Es inadmisible, para ser sincero, que después de años y años, por ejemplo, a los trabajadores aún se les descuente impuesto a las ganancias, como si el salario fuese el rédito de un rico, cuando en realidad no es sino la retribución por el esfuerzo dado que a veces ni siquiera alcanza para vivir con dignidad. Es inadmisible que los jubilados sean, luego de tantísimo tiempo transcurrido, la variable de ajuste, percibiendo haberes en muchos casos indignos para la naturaleza humana. La pobreza, el desempleo y subempleo, los bajos salarios y la cadena de negocios y pequeñas empresas fundidas, al borde del abismo y cerradas, son reflejo de una situación que agravó la pandemia, pero que convive con los argentinos desde hace mucho tiempo. Es penoso.

En nombre de muchos profesionales y de trabajadores, rescato a los médicos, a las enfermeras y enfermeros, camilleros, personal de la salud en general, hacedores de un trabajo esencial, como símbolo de la entrega, del servicio, del culto a la vocación, que lo han dado todo en esta pandemia, hasta su salud y hasta sus vidas, y sin embargo han sido desdeñados con limitantes para el goce de los derechos que debe tener, que se merece tener todo ser humano que trabaja, que aporta con su esfuerzo para una vida mejor de todos. En ellos, simbolizamos a tantos sectores que se han brindado a la sociedad en el marco de esta crisis sanitaria.

Como secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, deseo enviar un saludo especial a los compañeros y compañeras de la rama eléctrica que pusieron todo de sí, en condiciones riesgosas, para mantener un servicio esencial como es la energía eléctrica. Tuvimos compañeros y compañeras contagiados, tuvimos también situaciones críticas (más de las que habitualmente debemos hacer frente en nuestra acción cotidiana), pero tuvimos y tenemos también la satisfacción de poder decir que se cumplió con la tarea. Les quiero agradecer especialmente a todas y todos lo que han hecho.

Y les quiero agradecer doblemente, porque a pesar de la situación que debimos atravesar este año, no nos hemos olvidado de servir de otro modo también a la sociedad: ayudando a aquellos que la están pasando mal y que no tienen ni siquiera para comer. Hemos defendido el medio ambiente, hemos trabajado en conjunto con otras instituciones para proteger el agua, un bien fundamental para la vida. Hemos logrado un propósito que nos llena de orgullo: que un gremio fuera reconocido por la ONU y formara parte del Pacto Global de ese organismo como institución que brega por un mundo mejor. Los logros alcanzados este año, a pesar de todo, no son pocos y enaltecen a los trabajadores y trabajadoras de Luz y Fuerza de Rosario.

Este sindicato, por otra parte, ha bregado, por supuesto y como siempre, por los derechos de sus trabajadores, pero sin olvidar que el prójimo somos nosotros mismos, que no podemos ni debemos hacer diferencias, que debemos bregar por la felicidad y el bienestar de todos. Y en ese camino estamos.

Iniciamos este año que se va con esperanzas que se vieron empalidecidas por las circunstancias que todos conocemos. Pero vamos a terminarlo sin embargo con la esperanza puesta de pie, creyendo firmemente que una sociedad mejor es posible y trabajando siempre para ello.

En mi nombre, en el nombre del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, les deseamos a todos lo mejor y les pedimos que caminemos juntos para lograrlo.

 

(*) Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza Rosario y presidente de la Fundación Con La Gente