Luego de que Berlín anunciara que bloqueará los pagos debido a la creciente deforestación, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que su país «no necesita» ayuda de Alemania para proteger la Amazonia.
Brasil alberga más del 60% de la selva amazónica, que está siendo talada a una creciente tasa para generar más tierras de cultivo. La Amazonía es vital para el intercambio de oxígeno por dióxido de carbono en la atmósfera, un freno al calentamiento global, pero las preocupaciones sobre esta selva se han incrementado desde que Bolsonaro llegó en enero a la presidencia.
«Pueden usar ese dinero como mejor les parezca. Brasil no lo necesita», dijo Bolsonaro a periodistas en Brasilia. Sus comentarios llegaron después de que el sábado Alemania dijera que bloquearía el pago de 35 millones de euros (40 millones de dólares) para Brasil para la conservación de la selva y programas de biodiversidad hasta que la tasa de declive alcance niveles alentadores otra vez.
El Instituto Nacional de Investigación de Brasil (INPE) dijo el martes que cerca de 2.254 kilómetros cuadrados del Amazonas fueron deforestados en julio, un aumento de 278% respecto al mismo mes del año anterior.
«La política del gobierno brasileño en la Amazonía plantea dudas en cuanto a la continuación de una reducción sostenida de la tasa de deforestación», declaró el sábado al diario alemán Tagesspiegel la ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze.
Desde 2008 hasta este año, Berlín ha pagado 95 millones de euros (107,46 millones de dólares) en apoyo a varios programas de protección ambiental en Brasil. De todos modos, Alemania continuará contribuyendo al Fondo Amazonia, creado en 2008.
Noruega, que ha contribuido con la mayor parte del fondo, ha amenazado con retirarse y el año pasado dijo que los aportes a Brasil serían reducidos a la mitad y que incluso se podrían eliminar.
Preguntado por reporteros sobre la imagen de Brasil en el exterior, Bolsonaro replicó con otra provocación. «¿Ustedes creen que los grandes países están interesados en la imagen de Brasil, o quieren apropiarse de Brasil?», dijo.
Una semana antes de que las cifras del INPE fueran publicadas, el jefe de la institución Ricardo Galvao fue despedido y el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, acusó al instituto de que las cifras fueron publicadas siguiendo «interpretaciones sensacionalistas» y dirigidas a conseguir «más donaciones de ONG extranjeras».
Bolsonaro ha sido acusado de favorecer a sus partidarios en los sectores maderero, minero y agrícola.